Un nuevo grito de alarma en Etiopía. Naciones Unidas advirtió este viernes sobre la crítica situación de hambruna en la que se encuentran casi un millón de personas en la conflictiva región de Tigray, en el norte del país.
Un panorama que, según el organismo internacional, puede empeorar en las próximas semanas debido a que la ayuda humanitaria de las agencias de la ONU no está llegando a la población, que malvive atrapada en el conflicto latente entre las fuerzas rebeldes de la región y el Gobierno nacional.
«A medida que UNICEF llega a zonas de Tigray que eran inaccesibles en meses pasados debido a la inseguridad, se confirman nuestros peores temores sobre la salud y el bienestar de los niños en esa conflictiva región del norte de Etiopía», apuntó la portavoz del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Marixie Mercado, alertando de que unos 100.000 menores podrían sufrir desnutrición aguda severa, poniendo en riesgo sus vidas.
El conflicto en la región entre el Gobierno central y el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray, que inició el pasado noviembre, provocó un desplazamiento masivo de miles de personas, pero miles quedaron atrapados en las zonas de disputa, sin acceso a alimentos ni medicinas. «En muchos sitios no hay suministros de los alimentos terapéuticos necesarios para tratar la malnutrición, ni antibióticos, y los establecimientos de salud no tienen electricidad», describió Mercado en una rueda de prensa a su regreso del país.
Mujeres embarazadas y lactantes en grave riesgo
Los niños, las madres embarazadas y lactantes, estas últimas suponen un 47% de esa población gravemente desnutrida, son el blanco más vulnerable de la malnutrición, que se multiplicó por diez debido a la guerra, avivando los peores temores de las organizaciones humanitarias que llevan meses denunciando este agravamiento.
Mercado dijo que «sin una ayuda humanitaria suficiente, la desnutrición infantil aumentará más allá de los niveles ya alarmantes, lo que supondrá un mayor riesgo de mortalidad entre una población vulnerable».Un equipo conjunto de la ONU y ONG internacionales lleva a cabo un mecanismo de respuesta rápida en respuesta a las necesidades humanitarias de las comunidades afectadas por el conflicto actual en la región etíope de Tigray, el lunes 19 de julio de 2021. © AP
En los últimos meses las autoridades etíopes han impedido en muchas ocasiones el tránsito de mercancías y suministros que las organizaciones humanitarias están tratando de hacer llegar a la región. También, los cooperantes humanitarios están siendo objeto de ataque, lo que dificulta la atención de miles personas.
«Han pasado más de dos semanas desde que un convoy dirigido por el PMA (Programa Mundial de Alimentos) se dirigió a Mekelle, en Tigray. Un convoy de más de 200 camiones está ahora en camino de Semera a Mekelle. Esto es una gota en el océano. Necesitamos que al menos 100 camiones se dirijan cada día a Tigray si queremos tener una oportunidad de revertir la situación catastrófica que tenemos hoy», insiste Mercado.
La ONU señaló que la situación en varias partes del país africano se está deteriorando, con violaciones de derechos humanos tanto en Tigray, mayormente controlada ahora por los rebeldes, como en otras zonas étnicas del país como Somali, Oromo y Amhara. Sin embargo, el acceso a estas regiones es muy limitado, por lo que se desconoce las condiciones reales de los habitantes allí.
Violaciones de derechos humanos en la región de Tigray
Entre las violaciones de derechos humanos reportadas por el organismo, se alarma de abusos, violencia sexual –más de 1.600 casos según Naciones Unidas–, reclutamiento de menores, arrestos arbitrarios y persecuciones por motivos étnicos. Un trauma que miles de etíopes llevan en su memoria reciente sin ser atendidos aún como necesitan.
Muchos han visto morir a sus seres queridos y familiares, otros han sufrido todo tipo de vejaciones. Algo que preocupa especialmente al departamento para la Prevención del Genocidio de Naciones Unidas, puesto que tales vulneraciones están ocurriendo a manos de todas las partes implicadas en el conflicto, incluido el Estado etíope.
El 90% de la población necesita asistencia humanitaria
El primer ministro y polémico Nobel de Paz, Abiy Ahmed, se ha referido a la región de Tigray, que busca su independencia y autonomía, como «el cáncer de Etiopía», un vocabulario que, según la representante de la ONU para la Prevención del Genocidio, Alice Wairimu Ndertu, se asemeja al empleado en genocidios pasados.
«Estas dinámicas en el contexto sociopolítico actual, caracterizado por profundas tensiones étnicas por todo el país, constituyen una trayectoria peligrosa que lleva hacia un mayor distanciamiento de las comunidades», dijo Nderitu, sobre el discurso de odio de las autoridades etíopes.
La guerra en Etiopía desató la peor crisis humanitaria en la historia reciente en la nación, con el 90% de la población del Tigray necesitando asistencia humanitaria. El pedido de los organismos humanitarios vuelve a sonar con fuerza mientras, en el interior de la región, el apagón informativo y la desesperanza persisten.
Con AP y EFE
Fuente:france24