Con la disminución de la contaminación y el tráfico marítimo durante la pandemia, los delfines vuelven a acercarse a nosotros.
Los turistas y lugareños han disfrutado de ellos en el río Tajo de Lisboa, en Portugal.
Los cetáceos, que se alimentan de pequeños peces y moluscos, se ven atraídos por la abundancia de peces y la mejor calidad del agua.
Los biólogos y guias turísticos aseguran que últimamente ven delfines con mucha más frecuencia.
«La ciudad de Lisboa, que de por sí ya tiene una belleza increíble, se combina con el río Tajo y se ve recompensada con esta visita de los delfines, y es realmente maravilloso para todos nosotros, y creemos que es una forma de seguir ayudando y concienciando a través de las emociones», dice Elsa Courela, portavoz del Oceanario de Lisboa.
Pero no solo Portugal disfruta este fenómeno, en la vecina Galicia, en España, Manoliño ya es un veraneante más de la ría de Noia.
Eso sí, las autoridades advierten de que los animales no son de juguete y piden precaución para que la interacción con el animal no se vuelva peligrosa.
Fuente:euronews