El candidato socialdemócrata y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, había prometido una campaña electoral sin exabruptos, de cara a las generales alemanas del 26 de septiembre, pero su partido arranca con dinamita. Un vídeo propagandístico del SPD, publicado en las redes sociales, se burla de los valores del candidato cristianodemócrata, Armin Laschet, y de personas de su más estrecho entorno como Nathanael Liminski, debido a sus creencias religiosas.
Católico practicante, Liminski fundó el movimiento «Generación Benedicto», más tarde «Generación Pontífice», y en varias entrevistas ha comentado sus creencias. La fe católica, como otras religiones, destierra las relaciones sexuales antes del matrimonio y ese es el punto al que se refiere el vídeo como un «tabú» asociado a la CDU. «El SPD no debería abusar de un credo religioso para hacer campaña contra otros», se ha quejado el secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, al pedir públicamente a los socialdemócratas que retiren el vídeo. «Lo mejor ahora sería que no convirtiéramos esto en un gran debate en la campaña, dejando en segundo plano los asuntos públicos que están en juego, sino que simplemente retiren en vídeo».
«Burlarse de cualquier convicción religiosa es inapropiado», ha respondido un portavoz de la Conferencia Episcopal alemana. «El SPD se las da de partido moderado, pero está empezando a mostrar su verdadera cara», ha juzgado por su parte un portavoz de la formación antieuropea y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD).
El SPD pisa el acelerador de la agresividad con viento en popa en las encuestas. Aunque la CDU sigue liderando los sondeos, evoluciona a la baja y desciende hasta el 26%, mientras que Scholz sería ganador si se eligiese candidato en lugar de partido y su formación ha logrado escalar hasta el 18% en las últimas semanas, a la par ya con Los Verdes. Con AfD en el 11% y Die Linke (La Izquierda) en el 7%, vuelve a ser posible, al menos en esta foto fija de precampaña, la coalición rojo-verde-rojo que haría a Scholz canciller alemán.
Laschet, que evita por el momento mencionar el asunto del vídeo, se centra en su oferta de gestión de la pandemia, con un plan de cinco puntos que presentó ayer, en el que aboga por incentivos y un «llamamiento de vacunación amplio y unificado» para una «ofensiva de vacunación»; la ampliación del requisito de test para todos los contactos en interiores con extraños; la exención de realizar esos test a las personas ya vacunadas; cambio de registro de la situación de la pandemia, cambiando incidencia por datos de ocupación hospitalaria; y el final de los test gratuitos.
Fuente:abc.es