Por Ernesto Edwards / Filósofo y periodista @FILOROCKER
Ambientación rockera y estética punk en esta versión setentista de “Cruella”, para contar sus orígenes
No hace falta desarrollar el tema para demostrar que han quedado establecidas las diferencias existentes entre el cine y la televisión. Uno fue pensado, desde su mismo origen, para ser apreciado cuando se proyecta en una pantalla grande, y otra, para ser vista desde un dispositivo electrónico de menor tamaño, sin importar que pensemos en un aparato de 100 pulgadas, calidad de imagen de resolución ultra HD y sonido envolvente. Nunca percibiremos el mismo efecto, ni aún con la bastante reciente pantalla rectangular.
Se entiende que durante un período de la actual pandemia que aún sigue cursando el mundo, las salas cinematográficas hayan sido restringidas en cuanto a sus aforos, en orden a los cuidados y protocolos establecidos en cada país. Y que durante ese lapso la precaria solución para satisfacer la necesidad de entretenimiento se haya volcado hacia las plataformas de streaming. Pero todo ello no nos debe provocar que dejemos de visualizar que es tan sólo un parche respecto de las películas, sin importar el género y la supuesta edad de sus destinatarios.
Se cree, infundadamente, que hay un cine calificado de infantil, que a nosotros los adultos nos aburrirá enormemente, como resultado de estar viendo producciones limitadas en lo estético y lo conceptual. Sin embargo, no siempre es así. Y, más aún, podríamos hacer un recorrido de realizaciones recientes que han dado pie a que las mismas sirvan de adecuado material didáctico para que nuestros infantes comiencen a reflexionar acerca de algunas cuestiones básicas de la vida. Hay un listado de grandes filmes que así lo certifican: “Coco”, y las más nuevitas “Soul” y “Luca”, por ejemplo, en los que abordan cuestiones encuadrables en lo filosófico.
Ahora bien: estamos mencionando títulos de paso directo a las plataformas virtuales, o de tránsito fugaz por el cine, o, directamente, de estreno simultáneo en salas y vía streaming con Premier Access (pay per view). Siempre recomendaremos ver cada caso en su ámbito propio. Aclarado esto, pasemos a mensurar una película de reciente factura, estrenada por muy poco tiempo en algunos cines, y que ahora sólo la podemos ver a través de Disney+: “Cruella”, la muy promocionada precuela de esa que vimos en dibujitos en la década del ´60: “La noche de las narices frías” (ó “Los 101 dálmatas”, 1961), que contaba la historia de Cruella de Vil.
Algunas décadas después, la gran Glenn Close encarnó a Cruella en dos ocasiones, en “101 dálmatas”(1996) y “102 dálmatas” (2000), que muchos recordamos en espantosas versiones dobladas al español como única opción. Curiosamente Glenn Close también será quien produzca, entre otros, esta nueva realización de 2021. Hoy, de la mano del protagónico de la laureada Emma Stone, tenemos a nuestra disposición la película que nos explicará la historia que no conocíamos, aquella que, en parte, nos permitirá empatizar con quien llegamos a considerar como una malvada irredenta.
Con una impecable y detallista ambientación en la Londres de los primeros años de la década del ´70, con un trasfondo rockero y una reconocible estética punk, “Cruella” recorrerá los orígenes del personaje desde su más tierna edad. Será Estella Miller, luego Cruella, encarnada por la joven ganadora del Oscar Emma Stone, quien desde niña se mostrará como una entusiasta aspirante a diseñadora, aunque de tan mal carácter que su mamá la apodará “Cruella”, hasta que alcanzada la mayoría de edad descubrirá que quien es la súper exitosa modista que marca tendencia y se baña en millones de libras es la Baronesa von Hellman (una brillante Emma Thompson), la misma que provocó la muerte de su madre. El filme, tengámoslo presente, no es una peli para toda la familia: es sólo apta para mayores de 13 años. Sus escenas de violencia y consumo de drogas vuelve extraña a una producción de la Walt Disney Pictures, pero así son las cosas.
Con una atmósfera a lo Charles Dickens, siendo aún una nena, Estella será una vez más retirada de su escuela, para mudarse de Londres, pero una impactante escena mostrará cómo quedará huérfana tras el ataque de tres dálmatas que harán caer a su progenitora al precipicio en una fastuosa fiesta de la baronesa, a la que acuden para solicitarle ayuda económica. Ya sin madre, en el Regent´s Park entablará una duradera amistad con dos vagabundos que la acompañarán y ayudarán a lo largo de los años. Cruella, que tiene un natural cabello bicolor bastante despeinado, comenzará a usar peluca pelirroja para no ser reconocida en su doble vida. Una década después la veremos dedicándose al robo junto a sus amigos, mientras paralelamente se perfecciona en el diseño de modas. Esa inclinación la llevará a buscar vincularse con la baronesa, a quien envidia por su posición, pretendiendo destronarla de su status aristocráticamente excluyente, hasta que descubrirá quién es realmente y qué le hizo en su infancia. Para más detalles, es recomendable ver la película. “La gente necesita una villana, y yo doy con el perfil”, dirá nuestra ahora joven heroína. La baronesa es pura maldad, y Cruella / Estella buscará venganza a lo largo de toda la historia. Y, lo llamativo, es que como espectadores lo más común será estar a favor de la vengativa protagonista y sus simpáticos perritos.
“Bloody Well Richt” (por Supertramp, que cantan “Entonces crees que tu educación es falsa. Supongo que no es difícil estar de acuerdo. Dices ´todo depende del dinero y de quién está en tu árbol genealógico´”), “Five To One” (The Doors), “Stone Cold Crazy” (Queen), “Inside Looking Out” (The Animals), “She´s A Rainbow” (Rolling Stones), “Time of the Season” (The Zombies), “Hush” (Deep Purple), “The Wizard” (Black Sabbath), la muy punkita “One Way Or Another” (Blondie), “Should I Stay Or Should I Go” (The Clash) y las versiones de Ike & Tina Turner de los éxitos de The Beatles “Come Together” y de Led Zeppelin “Whole Lotta Love” dan, en una lógica marcadamente antisistema, el fondo rockero de un filme de gran factura, que tendrá un espectacular final musicalizado al compás de “Sympathy For The Devil”, nuevamente con los Stones.
No pasará mucho tiempo para que tengamos la oportunidad de ver la secuela de “Cruella”, actualmente en rodaje. El final dejó sentadas las bases. Es de esperar que quien así lo desee pueda ir a su estreno a su cine de confianza. Para quienes quieran apreciar la continuación de esta película que, digamos todo, se aproxima en intención y tono de abordaje a la versión del Guasón que compuso Joaquin Phoenix, que motivara que muchísimos fuéramos a las escalinatas del Bronx neoyorkino donde el Joker desplegó su famosa coreografía. Después de ver “Cruella”, supimos que muchos otros volvieron a visitar el clásico y muy londinense Regent´s Park. Así somos los cinéfilos.
Finalmente, que quede claro, tal como bramaban los muchachos de The Exploited, “El Punk no ha muerto”. Vive en cada corriente artística y filosófica que inspiraron e influyeron, hasta nuestros días, a cada alma rebelde, contestaria, incomprendida e insatisfecha, esas que presagiaban la inexistencia de un futuro.
FICHA TÉCNICA
“Cruella” (EEUU, 2021)
De Craig Gillespie
Con Emma Stone y Emma Watson
Género: aventuras – Duración: 134´
Calificación: muy buena