Ocho personas fallecieron en un accidente de avión en Turquía mientras intentaban sofocar los numerosos incendios que asolan este país desde hace semanas. La aeronave era de propiedad rusa y se estrelló en el sudeste del país mientras intentaba aterrizar, según reportaron las autoridades locales.
Este aparato fue enviado por el Ejército ruso el mes pasado para ayudar a su aliado con la lucha contra las llamas, ya que en las últimas dos semanas se han contabilizado hasta 300 focos en todo el país. El modelo era un Be-200 bimotor, uno de los más habituales en la lucha contra los incendios en todo el mundo.
Esto incendios comenzaron a finales de julio en la región mediterránea de Turquía y han carbonizado miles de hectáreas desde entonces, aunque en la actualidad la mayoría de ellos parecen estar controlados. Esta ola de focos se suma a la de otros países de la región como Grecia e Italia, que están viviendo o han vivido situaciones parecidas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, expresó a través de redes sociales el profundo dolor que sentía a causa de estas pérdidas y de “heroicos sacrificios” sus muertes.
Las autoridades locales aseguraron que el incendio podría haber sido provocado por un rayo, pero las sequias extremas de los últimos meses han propiciado que se desaten las llamas. El avión perdió conexión con el centro de emergencias local y posteriormente se supo que se había estrellado. A su rescate han acudido varios helicópteros turcos.
Por el momento se desconocen las causas concretas que pudieron provocar el accidente. Las autoridades están investigando si se trató de un fallo humano, un error provocado por las condiciones ambientales o una cuestión técnica.
Las tragedias ambientales están golpeando especialmente este verano a Turquía. A la sequía extrema de la vertiente mediterránea se suman las lluvias torrenciales del norte que han provocado numerosas inundaciones y decenas de fallecidos.
Con EFE, Reuters y AP
Fuente:france24