Después de tantos meses en convivencia con el COVID-19, es posible realizar un análisis del impacto que tuvo en el diagnóstico, tratamiento y cirugías de pacientes oncológicos, y evaluar el daño que les causó.
Esta nueva dinámica provocada por el virus SARS-CoV-2 demostró una caída de la consulta programada al clínico de cabecera, con la consiguiente falta de estudios diagnósticos de detección precoz de enfermedades oncológicas.
Además, se generó una clara disminución de la detección del cáncer en estadios precoces -pasibles de tratamientos con intención curativa- que están siendo diagnosticados cuando se vuelven sintomáticos, motivando recién allí la consulta médica y alcanzando su diagnóstico en estadios avanzados.
El motivo es multifactorial: miedo del paciente a acudir a centros médicos, el aislamiento social, la falta de medios de trasporte para acceder a las consultas, el cierre de muchos centros de atención de demanda programada, los sistemas de salud de urgencias y terapias desbordados por pacientes COVID-19, el impacto económico en la sociedad en donde se postergaron estudios médicos, entre otros.
En un fórum muy reciente realizado por el Hospital Guillermo Rawson de San Juan, que contó con la participación de miembros de la Asociación Argentina de Cirugía, se analizaron diversas variables sobre cómo se comportó la dinámica de los pacientes oncológicos durante la pandemia.
¿Cómo se comportó la pandemia con los pacientes oncológicos?
-El volumen de consultas de demanda de oncología clínica se mantuvo a niveles pre-pandemia.
-La característica de la patología oncológica demostró un diagnóstico más tardío en la evolución de la enfermedad.
-El volumen quirúrgico se mantuvo, pero denotó una caída del 60 % de casos oncológicos y un aumento de cirugías generales de urgencia.
-La cirugía con intención curativa tuvo una drástica caída siendo reemplazada en un 80 % por tratamientos paliativos.
-Se observó una disminución dramática en estudios de screening de diagnóstico oncológico: ecografías, mamografías, endoscopias digestivas, etcétera.
En conclusión, las características de los pacientes quirúrgicos oncológicos fueron claramente modificadas por la pandemia y el diagnóstico de la enfermedad es más tardío, con una disminución de los procedimientos quirúrgicos oncológicos con intención curativa. Esto último impactó en la mortalidad, dado que muchos pacientes oncológicos perdieron la posibilidad de acceder a tratamientos curativos por el diagnóstico tardío de su enfermedad.
Es vital que la realización de las visitas médicas y chequeos de rutina se cumplan sin postergaciones y que ante algún signo de alarma se coordine un turno con el especialista.
También, que la sociedad médica a cargo de direccionar los recursos de salud, no pierda el foco en estos pacientes, ya que muchas veces se trata de situaciones irreversibles, y un diagnóstico tardío implica la mortalidad directa en personas con cáncer que podrían haber accedido a tratamientos curativos.
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Asesoró: Jorge Silva. Médico Cirujano (MN: 117841- MP: 3877). Miembro de la Asociación Argentina de Cirugía (AAC)