Los principales partidos de oposición de Venezuela anunciaron este martes su participación en las elecciones de alcaldes y gobernadores de noviembre, rompiendo tres años de boicot y llamados a la abstención por falta de garantías.
«Anunciamos a la comunidad nacional e internacional nuestra participación en el proceso de regionales y municipales del 21 de noviembre de 2021, con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)», que agrupa a los principales partidos de la oposición, según un comunicado leído en una rueda de prensa.
La oposición se marginó de las elecciones de 2018, cuando se reeligió el mandatario Nicolás Maduro en unos comicios tachados de fraudulentos y que dieron pie al reconocimiento del líder opositor Juan Guaidó como presidente encargado por medio centenar de países, incluido Estados Unidos.
Guaidó insiste en que no hay condiciones para unas elecciones, pero hasta ahora no ha llamado a la abstención como hizo por última vez en 2020, cuando perdió el Parlamento, que volvió a manos del chavismo.
El anuncio se produce en momentos en los que el Gobierno de Maduro y la oposición participan en México en un proceso de negociación que incluye, entre otros puntos, la elaboración de un cronograma electoral para desarrollar comicios presidenciales y el establecimiento de condiciones para «elecciones transparentes».
«Sabemos que estos comicios no serán unas elecciones justas ni convencionales. La dictadura ha impuesto obstáculos graves que ponen en riesgo la expresión de cambio del pueblo venezolano», indicó el comunicado de la MUD.
«Sin embargo, entendemos que serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución a la grave crisis de nuestro país: unas elecciones presidenciales y legislativas libres», añadió el texto.
«Nos organizaremos, nos movilizaremos y nos fortaleceremos en unidad al servicio de la reinstitucionalización democrática de Venezuela», cerró.
Maduro felicitó el anuncio. «Es digno de aplaudir el gesto político de participar otra vez en las elecciones», dijo en un acto de su partido transmitido por televisión.
«Se ha abierto un ciclo de estabilidad política. Las instituciones están más fuertes que nunca, puedo decir que hemos traído al campo electoral a toda la oposición venezolana», se congratuló.
Una oposición disidente de Guaidó rompió filas y participó en las últimas dos elecciones, aunque su fuerza es limitada.
La oposición asegura que su lista de candidatos está «bastante adelantada»
La MUD nació en 2008 como un alianza entre una treintena de organizaciones opositoras y que en 2012 se inscribió como partido para presentarse a las legislativas de 2015, en las que el chavismo perdió la Asamblea Nacional por primera vez en 15 años.
La justicia prohibió el uso del símbolo de la MUD en el tarjetón electoral hace tres años.
El secretario general del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup, indicó que la lista de candidatos está «bastante adelantada».
Varios partidos opositores habían expresado ya su deseo de participar en las elecciones regionales, que serán organizadas por un Consejo Nacional Electoral (CNE) con representantes de la oposición y el gobierno, designados en una negociación previa a México.
El excandidato presidencial Manuel Rosales inscribió su candidatura para la gobernación del Zulia, cargo que ya ocupó (2000-2008), mientras que Henrique Capriles, que también disputó la presidencia, ha impulsado varias campañas en el país.
El proceso electoral es además visto con buenos ojos por Estados Unidos y la Unión Europea, que han ofrecido un levantamiento progresivo de sanciones si se celebran elecciones libres.
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Allup dijo que el anuncio era de la plataforma política y no del llamado gobierno interino de Guaidó. Pero un representante del partido de Guaidó, Voluntad Popular, estaba presente en el anuncio.
«Nosotros no podemos seguir viviendo de fantasía», zanjó Allup. «Dimos un paso adelante y vamos a participar. Votar en un derecho y no votar también, respetamos aquellos que han decidido no participar (…), les pedimos por favor respeto», reclamó.
Para el analista Jesús Castillo-Molleda, con la decisión de participar «ganan todos». «Para Maduro es algo importante, porque quienes lo adversan, quienes no lo quieren reconocer, quienes lo señalan, aceptan ir a un proceso electoral», explicó a la agencia AFP.
«Independientemente de cómo quede la correlación de fuerzas en noviembre, el juego político sigue en el país, sería muy grave que la oposición no participe en esta elección y no tengan ninguna participación futura», subrayó.
Guaidó dijo en una entrevista reciente con AFP que no había decidido si votaría o no el 21 de noviembre. Maduro, no obstante, cree que participará.
«Me voy a sentar en mi butaca con el televisor prendido, con mis cotufas (palomitas de maíz) para ver a Juan Guaidó votando el 21 de noviembre y allí aplaudiré, porque lo logramos, incluirlo en la democracia otra vez», expresó.