Estados Unidos conmemoró este lunes 6 de septiembre el Día del Trabajo de 2021 con un mercado laboral que atraviesa por un momento paradójico: las vacantes alcanzan un récord de más de diez millones, mientras que el desempleo afecta a 8,4 millones.
Analistas lo atribuyen a que muchos no quieren volver al trabajo porque temen contagiarse con la nueva variante Delta del Covid-19, o porque no encuentran con quién dejar a sus hijos en casa. Pero hay quienes van más allá y culpan de este fenómeno a los subsidios de desempleo extras, pues “desincentivan” la búsqueda de empleo.
Hoy en día, según el Departamento del Trabajo, 2,7 millones de personas en ese país reciben las ayudas tradicionales al empleo, pero con la pandemia fueron creados tres programas adicionales de alivios federales que beneficiaban a siete millones.
Los programas fueron puestos en marcha después de que, en abril de 2020, el Congreso del país aprobara el paquete de estímulo por unos dos billones de dólares, y fueron prolongados en diciembre y marzo pasado, pero el Gobierno advirtió que no volverán a ser extendidos.
La recuperación económica impide una nueva extensión
Uno de los programas de ayuda venía destinando 300 dólares semanales a los desempleados desde diciembre pasado, una ayuda que llegó a ser de 600 dólares semanales entre abril y julio de 2020.
Además, la Asistencia al Desempleo en Pandemia proporcionaba ayuda a autónomos y contratistas independientes, entre otros; y el último era el programa de Compensación de Emergencia al Desempleo en Pandemia, que extendía el pago por desempleo a aquellas personas que hubieran agotado el subsidio de sus estados.
El presidente Joe Biden y sus autoridades económicas creen que es momento de suspender esa ayuda, que fue pensada como temporal cuando inició la crisis, ya que la economía ha mostrado sólidos signos de recuperación.
El desempleo en Estados Unidos llegó al 5,2% en agosto de 2021, un nivel mucho más alto que antes de la pandemia por Covid-19, cuando era del 3,5%.
Con Reuters y EFE
Fuente:france24