Bajo el mar Báltico un gasoducto recorre 1.230 kilómetros entre Rusia y Alemania para transportar gas a Europa desde 2012. Este viernes 10 de septiembre, su hermano gemelo, el Nord Stream 2, es también una realidad.
«En la reunión operativa hoy en Gazprom, el consejero delegado, Alexéi Miller, dijo que esta mañana a las 08:45 hora de Moscú, se finalizó por completo la construcción del gasoducto Nord Stream-2», anunció la compañía gasística rusa en su perfil de Telegram.
Pese a estar completamente construido, la empresa todavía tendrá que esperar a algunas homologaciones para poder bombear gas a través de él. El consorcio que construyó el Nord Stream 2, formado por Gazprom junto a la empresa francesa Engie, las alemanas Uniper y Wintershall, la austríaca OMV y la anglo-holandesa Shell, quiere poner en funcionamiento el gasoducto antes de fin de año.
El gasoducto tendrá una capacidad de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, lo que duplicará la capacidad de bombeo de gas desde Rusia hacia Alemania. Sin embargo, Gazprom calcula que en este año podrá suministrar hasta 5.600 millones de metros cúbicos.
Una construcción controvertida a nivel geopolítico
Moscú ya ha elogiado “una de las mayores construcciones energéticas del mundo”, una obra de ingeniería que ha costado 10.000 millones de euros (11.800 millones de dólares) y que atraviesa aguas territoriales de Rusia, Finlandia, Suecia, Dinamarca y Alemania.
Todo un éxito para Rusia y Gazprom que, en palabras de su presidente, el precio del gas en Europa se verá menguado por la reducción de la ruta del gas, que está en el centro de la polémica.Nord Stream 2, «totalmente terminado» Patricio ARANA AFP
El principal perjudicado de esta construcción será Ucrania, lugar de paso de parte del gas que Rusia envía a Europa y que con este nuevo gasoducto se podría ver privado de unos 1.500 millones de dólares al año por el tránsito de gas por su territorio. Ucrania, enemigo político de Rusia, ha alertado a Europa de que el Nord Stream 2 podría ser “un arma geopolítica peligrosa”.
Dentro de la UE, Polonia y los países bálticos también ven con preocupación la mayor dependencia del gas ruso que podría traer este nuevo gasoducto. Por su parte, Estados Unidos siempre se ha opuesto a su construcción, llegando a forzar su paralización durante el mandato de Donald Trump a través de diversas sanciones económicas a las empresas involucradas.
Tras un año de pausa y dudas sobre la viabilidad de la obra, la propia Rusia asumió el costo final de la construcción que hoy se dio por concluida. Tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, EE. UU. claudicó en su empeño por parar la obra, priorizando las relaciones con Alemania.
Por su parte, la todavía canciller alemana, Angela Merkel, aseguró a Ucrania el pasado agosto que haría todo lo posible para conseguir que Rusia renueve su contrato de transporte de gas, que caducará en 2024.
Con AFP, EFE y Reuters
Fuente:france24
