Texto por:Yurany Arciniegas
El enviado especial del Gobierno de Estados Unidos en Haití, Daniel Foote, renunció a su cargo como muestra de rechazo a las expulsiones a gran escala de migrantes haitianos a su tierra natal, que calificó de “inhumanas”. El funcionario había buscado cambios en la política hacia Haití, pero sus solicitudes no fueron recibidas por la Administración de Joe Biden, según dos funcionarios del Gobierno.
Se suma otra voz de rechazo dentro del propio Gobierno de Estados Unidos por su respuesta a la crisis migratoria de miles de haitianos aglomerados en su frontera.
El enviado especial de la Administración de Joe Biden a Haití, Daniel Foote, renunció a su cargo este 23 de septiembre tras desacuerdos con las expulsiones de miles de ciudadanos refugiados en un campamento improvisado en Del Río, Texas.
Foote, un diplomático de carrera nombrado en el cargo el pasado julio, señaló que es “inhumano” devolver a los migrantes a su nación de origen cuando se trata de personas que huyen de un país azotado por conflictos civiles, desastres naturales y un “Estado colapsado”.
«No seré asociado con la decisión inhumana y contraproducente de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados e inmigrantes ilegales haitianos a Haití, un país donde los funcionarios estadounidenses están confinados a recintos seguros debido al peligro que representan las bandas armadas para la vida diaria», señaló el funcionario haitiano en una carta dirigida al secretario de Estado Antony Blinken que circuló públicamente este jueves.
Su dimisión se produce después de que estallara la indignación, dentro y fuera de EE. UU., por las imágenes que circularon el fin de semana de guardias fronterizos estadounidenses a caballo que azotan a los solicitantes de asilo.
Daniel Foote fue nombrado para el cargo luego del asesinato del presidente de Haití. Pero Incluso antes de las expulsiones masivas de migrantes de la pequeña ciudad fronteriza se sabía que el diplomático estaba profundamente frustrado con lo que consideraba una falta de urgencia en Washington para impulsar elecciones democráticas con el fin de allanar un camino que solucione el éxodo masivo de sus ciudadanos.
Mis recomendaciones de políticas han sido ignoradas y descartadas
Durante estos meses, Foote buscó constantemente medidas con este enfoque, pero la Administración no consideró que sus solicitudes fueran apropiadas, según indicaron dos altos funcionarios citados por AP y que hablaron en condición de anonimato.
«Nuestro enfoque de políticas hacia Haití sigue siendo profundamente defectuoso, y mis recomendaciones de políticas han sido ignoradas y descartadas, cuando no, se editaron para proyectar una narrativa diferente a la mía», afirmó.
Los vuelos de deportaciones hacia Haití comenzaron el pasado 19 de septiembre y funcionarios estadounidenses han señalado que están aumentando a siete trayectos aéreos por día, lo que marcaría una de las expulsiones a gran escala más rápidas de Estados Unidos en décadas.
Otro golpe a la Administración Biden por la crisis migratoria
La repentina renuncia de Foote deja un vacío en la política de Washington hacia Puerto Príncipe, cuando la Casa Blanca ya se enfrenta a una dura condena bipartidista por su política migratoria.
Los demócratas, muchos grupos pro-inmigrantes y de derechos humanos, así como Naciones Unidas, sostienen que los esfuerzos para expulsar a miles de haitianos sin la oportunidad de solicitar asilo violan los principios estadounidenses.
Al mismo tiempo, la oposición republicana acusa a Biden de ser responsable del flujo migratorio tras llegar a la Presidencia con un discurso a favor de la inmigración. Su Administración enfrenta una dura prueba después de desmantelar políticas en esta materia de su antecesor, Donald Trump, que calificó de “inhumanas” y “crueles”, como la separación de familias indocumentadas.
Pero los flujos migratorios aumentaron a niveles récord y su tono frente a los migrantes se ha ido matizando con el paso de los meses. Washington ahora insiste en que sus fronteras no están abiertas, mientras trata de persuadir a millones de personas de no emprender su viaje hacia Estados Unidos.
De los hasta 14.000 migrantes que se albergaron cerca de un puente en Del Río, Texas, la semana pasada, Estados Unidos ha regresado a 1.401 migrantes a Haití. Además, ha detenido a otras 3.206 personas, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) divulgadas el miércoles.
Con Reuters y AP
Fuente:france24