Texto por:Alba Santana
Este lunes, los republicanos bloquearon la propuesta de presupuestos de la Administración Biden en el Senado. Durante el pleno de la Cámara Alta, se sometió a votación si suspender el límite de la deuda federal y ampliar los fondos de para financiar el Gobierno demócrata hasta el 3 de diciembre. Todo mientras el Partido Demócrata intenta llegar a un acuerdo interno en medio de profundas divisiones sobre el plan de infraestructuras y la agenda Build Back Better.
Derrota, al menos momentánea, para los ambiciosos presupuestos de Joe Biden. Este lunes, los republicanos del Senado bloquearon un proyecto de ley para ampliar el límite de la deuda federal, en un momento en el que Estados Unidos —como muchos otros países— está sumido en una crisis económica como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Lo que estaba en juego este lunes era la suspensión del límite de la deuda federal hasta 2022 y la ampliación de fondos para financiar el Gobierno de Biden hasta el 3 de enero. También incluía ayuda de emergencia para apoyar a los refugiados afganos y para la gestión de situaciones de crisis. Una propuesta que la Cámara Baja, dirigida por la demócrata Nancy Pelosi, ya aprobó la semana pasada pero que en el Senado ha estado lejos de alcanzar los 60 votos necesarios para salir adelante.
La votación se saldó con 50 votos en contra y 48 a favor. Ante este panorama, el líder de la Mayoría demócrata, Chuck Schumer, cambió su voto a «no» para poder lanzar un procedimiento que permite volver a someter a votación la propuesta, algo que se espera que suceda el jueves.
«Trump acumuló cerca de 8 billones de dólares en deuda. En lugar de pagar sus deudas, los republicanos del Senado votaron a favor de incumplirlas (…) Serán las personas y las familias las que paguen el precio de esta decisión. Tomaremos más medidas esta semana para elevar el techo de la deuda y evitar daños económicos», dijo Schumer a través de redes sociales.
A pesar de que los republicanos de la bancada votaron a favor de ampliar el límite de la deuda cuando Donald Trump estaba a la cabeza de Washington, ahora argumentan que pasar la ley es tarea de los demócratas, que tienen mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.
«No proporcionaremos votos republicanos para elevar el límite de la deuda», dijo el senador Mitch McConnell, líder de la Minoría del Senado, algo que ya había advertido meses atrás.
No obstante, el presidente Joe Biden se mostró esperanzado al respecto ante los medios de comunicación.
«Ya me conocen, soy un optimista nato (…) Vamos a conseguirlo», dijo el mandatario a los periodistas justo antes de recibir la dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer este lunes.
Pero lo cierto es que el tiempo se le está acabando a la Administración Biden. Tendrán que volver a intentar que la Cámara Alta apruebe su proyecto de ley antes del jueves 30 de septiembre a medianoche, fecha límite por ser el fin del año fiscal en el país.
Su Ejecutivo tiene mucho en riesgo con este movimiento. Si los presupuestos de Biden consiguen salir adelante, sería un logro histórico, pero si por el contrario quedan estancados, sería un duro golpe para la presidencia del demócrata.
Divisiones dentro del Partido Demócrata
El ambicioso programa de presupuestos de Biden, conocido como ‘Build Back Better’ no solo genera reticencia entre los republicanos, sino que también ha causado profundas divisiones dentro de la formación demócrata.
Dentro del Partido Demócrata son dos reformas las que generan fricciones: un plan de gasto social y proyecto de ley sobre el cambio climático de 3,5 billones de dólares, y un plan de infraestructuras —una política bipartidista, es decir, apoyada también por los republicanos— valorada en 1,2 billones de dólares.
El ala más izquierdista de los demócratas ha advertido de que no apoyará la propuesta de infraestructura a menos que salga adelante el plan de gasto social, que los más moderados de esa formación han criticado por su alcance y tamaño.
Con el tiempo en contra, el plan de infraestructuras se someterá también a votación el jueves en el Senado, según anunció el 26 de septiembre Nancy Pelosi. Eso significa que, a lo largo de la semana, las dos facciones del partido se tendrán que poner de acuerdo si quieren sacar adelante esa política.
Y no será tarea fácil, ya que con la mayoría de que disponen en la Cámara Baja, los progresistas solo pueden contar con tres deserciones; y dos senadores demócratas —Joe Manchin, de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema, de Arizona— ya han expresado sus reservas al respecto.
Los presupuestos de Joe Biden
Los presupuestos del presidente Biden incluyen un abanico de reformas: desde subsidios a la educación preescolar y al cuidado de los niños para las familias con hijos pequeños, hasta cuidados dentales y audífonos para los ancianos a través de un sistema sanitario más fuerte y, sobre todo, con más inversión pública. Y, lo que el ala izquierdista demócrata considera más importante, estas reformas se cubrirán en gran parte con mayores impuestos a la gente rica y las grandes corporaciones.
«No podemos simplemente reconstruir las cosas cómo eran antes de la pandemia, necesitamos reconstruir mejor. Para eso nos eligió el pueblo estadounidense. Y por eso necesitamos aprobar el Acuerdo de Infraestructura Bipartidista y mi agenda Build Back Better», apuntó Biden a través de su cuenta de Twitter.
A pesar de que todas las reformas previstas sobrepasan los cuatro billones de dólares, el presidente de Estados Unidos sostiene que si se tiene en cuenta la variable de los ingresos —con un aumento de los impuestos del 21% al 26,5% a las empresas que facturen más de cinco millones de dólares al año— , no hay un gasto real. En la otra línea, los republicanos aseguran que es un gasto «que no se puede afrontar» y que los progresistas pretenden «meterse en la vida de la gente» con este tipo de políticas.
Tradicionalmente, la aprobación de presupuestos ha sido un mero trámite burocrático, pero con la llegada de Joe Biden al poder y la pandemia de Covid-19 está más cerca de convertirse en un arma política.
Con AP y medios locales
Fuente:france24