A paso lento y con ritmo desparejo comienza el proceso de vuelta a clases presenciales en las universidades nacionales que tienen sede en la Provincia de Buenos Aires. El resultado de las PASO y la llegada de Jaime Perczyk al ministerio de Educación de la Nación le imprimieron otra velocidad al plan de presencialidad plena.
Sin embargo, la situación de los casi 450 mil estudiantes que cursan en alguna de las 21 casas de estudios superiores que tienen sede bonaerense es muy disímil.
La diversidad tiene una matriz común: las instituciones más grandes, que concentran mayor matrícula son las más demoradas en el retorno del contacto cara a cara entre los jóvenes y los docentes.
Clases presenciales en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) –con casi 110 mil alumnos regulares- tiene apenas un puñado de facultades con actividades presenciales en las aulas. Ninguna de esas tareas académicas son de dictado de clases teóricas, por ejemplo.
La mayor parte del retorno fue en las áreas de salud (Odontología, Medicina, Veterninaria, Bioquímica) y algunas prácticas de cátedras específicas. En el rectorado platense argumentan que “la universidad está volviendo desde hace rato de manera gradual y progresiva, y es un proceso que sigue. Nosotros preferimos no hablar de «presencialidad plena» porque incluso hay actividades que van a quedar mixtas aún cuando vuelva todo a la normalidad. Simplemente porque funcionan mejor de esa manera”, explicaron en la sede de calle 7 a Infocielo.
Lento retorno en la Universidad Nacional de Mar del Plata
La Universidad Nacional de Mar del Plata –con más de 32 mil estudiantes registrados- también rrtoma muy lentamente la presencialidad. El secretario Académico de esa entidad educativa, Daniel Reynoso, dijo a este portal que “tanto la virtualidad como la presencialidad están conviviendo, a partir de la nueva situación sanitaria con la baja de casos y contagios que hubo en el último tiempo. Cada vez más las distintas carreras y facultades van incorporando día a día mayor presencialidad”.
Además, anticipó que en la segunda semana de febrero de 2022 comenzarán las actividades de inicio en Medicina, Económicas, Psicología, Ingeniería y Exactas. “Pero ya desde hace algunos años varios de estos cursos son virtuales”, admitió.
En los ámbitos académicos de la “Feliz” reconocen que “la vuelta es muy lenta. Demasiado. Todavía hay muchas aulas que no abrieron desde hace más de un año y medio”.
¿Qué pasa con las Universidades Nacionales del Conurbano?
Las denominadas “grandes” del Conurbano tienen un panorama similar. Como una maquinaria que cuesta retomar después de mucho tiempo en desuso, universidades como La Matanza (40.500 alumnos); Lomas de Zamora (36 000); Luján (22.500); Quilmes (23.500), San Martín, Lanús y General Sarmiento (las tres con entre 12 y 14 mil inscriptos cada una) están retomando con cierta parsimonia.
Todos reconocen que casi todas las cursadas vinculadas con ramas de la salud funcionan con “normalidad bajo protocolos” desde principios de 2021 sin interrupciones. Pero para el resto de las carreras el retorno a los pupitres es muy variado.
UNNOBA amplía aforos
Diferente es la situación en el interior bonaerense. La Unnoba (con sede en Junín y Pergamino) ya tiene el 75% de la actividad con presencialidad en todas sus disciplinas, según informó la vice rectora, Daya Tavela, en una entrevista con Lado P, que se puede ver en este portal. Allí asisten poco más de 10 mil alumnos y la funcionaria –también candidata a diputada Nacional por Juntos- adelantó que en las próximas semanas ampliarán los aforos.
Lo mismo ocurre con la recientemente creada Universidad de San Antonio de Areco donde retomó con normalidad el millar de alumnos anotados. La Universidad de Hurlingham .que fue conducida por al actual ministro Perczyk- también tiene más de la mitad del funcionamiento como lo era antes de la pandemia de COVID.
Fue el reemplazante de Nicolás Trotta quien en un reciente acto con el recor de la UBA adelantó que la “presencialidad plena” retornará a las universidades en enero de 2022. Aunque, se refería básicamente a lo que ocurre en la institución con sede en la capital federal, porque, como pudo constatar Infocielo, la actividad en la enseñanza superior en la provincia tiene algunos matices.
“Cada universidad tiene autonomía para determinar si vuelve o si restringe la actividad con presencia de docentes y alumnos. Sólo lo debe acordar con las autoridades santiarias de la región donde está radicada”, explicó Tavela a Infocielo.