Texto por:Ariana Villacorta
Chile celebró el segundo aniversario de las históricas protestas de 2019 con una masiva manifestación y un simbólico inicio de la redacción de una nueva Carta Magna. Su finalidad es establecer bases más justas y diversas en el país sudamericano. Sin embargo, se da en un periodo de tensión y de baja aprobación del presidente Sebastián Piñera, investigado tras la divulgación de los ‘Pandora Papers’.
Este 18 de octubre, se cumplieron dos años del histórico estallido social de 2019 en Chile. Se conmemoró con una masiva manifestación en la capital Santiago, y, simbólicamente, se hizo coincidir con el inicio de la escritura de la nueva Constitución.
La marcha que protagonizaron miles de chilenos se desarrolló de forma pacífica y no hubo mucha presencia policial. En ella, los ciudadanos protestaron contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera y exigieron un modelo socioeconómico más justo.
Además, alzaron sus voces por los manifestantes detenidos «injustamente» desde hace meses, y en nombre de los llamados ‘Los Ojos de Chile’, en referencia a quienes por la represión policial perdieron la vista, total o parcialmente.
En cuanto a la redacción de la nueva Carta Magna, la convención encargada de redactarla ya dio inicio al debate de fondo sobre las normas constitucionales.
La presidenta del órgano, la académica y activista mapuche Elisa Loncón, declaró que «por primera vez, los pueblos de Chile nos hemos sentado en una misma mesa plural y en condiciones de igualdad y horizontalidad a discutir y pensar un país donde la dignidad se haga costumbre».
Loncón también aseguró que la convención «es hija de los anhelos y la movilización de los pueblos e inicia un diálogo esperado por décadas y quizás por siglos (…) A dos años del despertar del nuevo Chile, damos rienda suelta a la imaginación. Son momentos hermosos los que nos toca vivir».
El segundo al mando, el político y electo como convencional constituyente por el distrito 7, Jaime Bassa, se pronunció añadiendo que «esta convención propondrá una nueva Constitución, pero también una nueva práctica política que se construye con ánimo colaborativo».
El pasado mes de julio se acordó que los artículos del nuevo texto deben ser respaldados por al menos 103 miembros de un total de 155. En el reglamento se definen igual las siete comisiones permanentes que trabajarán en el contenido constituyente.
La primera convención del mundo con paridad de género y con representación indígena deberá terminar de redactar la Nueva Constitución para mayo de 2022. Una vez lista, se someterá a referendo de voto obligado para su entrada en vigor, reemplazando a la Carta establecida por el dictador Augusto Pinochet.
Desde 2019, una crisis social, económica e institucional
A estos dos años, con un previo y profundo malestar ciudadano, recientemente se sumaron las acusaciones contra el mandatario Piñera, contra quien ya se abrió una investigación a raíz de los ‘Pandora Papers’ y una serie de supuestas irregularidades por la venta de acciones. Lo cual ha generado aún más indignación entre la población y en lo político le ha acarreado una pérdida de popularidad.
De hecho, hace unos días, el presidente también se vio involucrado en la militarización de las regiones de Biobío y la Araucanía para detener la violencia desatada por los enfrentamientos entre las autoridades locales y los indígenas mapuches.
En 2019, el país estalló por la crisis social y económica más grave desde el fin de la dictadura de Pinochet. Lo que inició como una protesta contra el alza del precio del billete de metro, luego escaló en una masiva y continuada manifestación, que no estuvo exenta de fallecidos y heridos. Naciones Unidas y Amnistía Internacional denunciaron entonces graves violaciones a los derechos humanos.
Con EFE
Fuente:france24