Desde este miércoles 20 de octubre deja de ser obligatorio el uso del barbijo al aire libre en la Ciudad de Buenos Aires en lugares donde no haya concentración de personas. En el camino hacia la “nueva normalidad”, se flexibilizaron otra serie de medidas decidas luego de alcanzar el 70% de la población con el esquema completo de vacunación contra el COVID-19 en territorio porteño.
El gobierno nacional dispuso el fin del uso obligatorio del tapabocas en espacios abiertos el 1 de octubre, pero se estableció como una recomendación para que cada una de las 24 jurisdicciones del país decidieran si lo aplicaban o no a partir de su situación epidemiológica. En aquel momento, la Ciudad postergó la decisión y no adhirió a la medida. El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, había optado por la cautela al señalar que varios países “liberaron el barbijo y luego tuvieron que volver atrás”.
Finalmente, el anuncio lo hizo efectivo este martes el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, luego de destacar que durante la jornada se llegaría al porcentaje estipulado de vacunados con ambas dosis para poder oficializar la decisión. Además, mencionó que el promedio de contagios bajó a 142 casos diarios y que la ocupación de camas de terapia intensiva por casos de coronavirus es del 3,2%. Se trata del ”mínimo histórico”, según señaló Larreta.
El uso del tapaboca seguirá siendo obligatorio en espacios cerrados y transporte público, ya que aumenta el riesgo de transmisión del virus, y al aire libre cuando haya concentración de personas y no se garantice la distancia social. También deberá utilizarse en eventos masivos. Pese al descenso de contagios, se recomienda continuar utilizando alcohol en gel, ventilar los espacios cerrados y realizar testeos siempre que sea necesario.
Fuente: Infobae