La directora de un Jardín de Infantes de Pergamino todavía tiene lesiones y vive las secuelas de temor por el violento asalto sufrido en su casa el jueves a la noche en avenida Pellegrini y Espora.
La docente de 50 años fue agredida por un sujeto que la arrastró de los pelos, la maniató y la encerró en el baño mientras sustrajo dinero y pertenencias.
Ella estaba esperando que los hijos adolescentes concluyeran una actividad deportiva en un club céntrico para ir a buscarlos.
En un momento escuchó ruidos de la ventana del frente, que da a la vereda de avenida Pellegrini al 3.000.
Eran las once menos cinco de la noche y la mujer se trasladó desde la habitación hacia el sector de la casa donde venía el ruido.
Al llegar a la cocina vio que un sujeto estaba ingresando tras vulnerar el sistema de cierre de la ventana.
La moradora gritó en dos oportunidades pidiendo auxilio ante la impotencia de estar sola y con un desconocido irrumpiendo en su propiedad.
Eso lo puso muy violento al sujeto, quien tomó a la mujer y la empujó para revolcarla por el piso en varias oportunidades.
Totalmente agresivo la tomó de los cabellos y la arrastró varios metros al punto de dejarle todos los pelos enredados con la necesidad de cortarlo en una peluquería para resolverlo.
La golpeó en la cara, la insultó, le colocó una cinta en la boca y le maniató las muñecas con unos cables.
La trasladó a la habitación matrimonial para amenazarla y exigirle dinero y pertenencias de valor.
El ladrón se apoderó de una mochila de la hija para cargar electrodomésticos y dispositivos valiosos, además de objetos de valor.
Es posible que el malhechor buscara más dinero que el que la familia atesoraba y la víctima le entregó; porque permanentemente la amenazada con dispararle. La mujer no vio que empuñara un arma.
Ella quedó encerrada en el baño atemorizada y no salió hasta no escuchar ningún ruido.
Minutos después, salió del cautiverio y ya sus hijos estaban en la sala de estar callados y atemorizados porque el asaltante todavía estaba en la casa.
El delincuente no se había retirado porque había patrulleros realizando un procedimiento en una casa vecina donde entre las tres de la tarde y las nueve de la noche le entraron a robar en dos oportunidades ese mismo jueves.
Al llegar los adolescentes de la familia el ladrón estaba agazapado y oculto esperando que se retiraran los uniformados.
A los chicos los hizo agacharse y con ademanes les hizo gesto que permanecieran callados porque, sino, les dispararía con un arma que nunca exhibió.
Finalmente, el maleante volvió a ingresar erráticamente, se cruzó con la dueña de casa y sus hijos los hizo permanecer acostados contra el piso y se fue por los fondos de la propiedad saltando el tapial hacia casas vecinas.
Las lesiones persisten en la víctima en la cara, los codos y las rodillas como evidencia física, pero psicológicamente vive mucha angustia y temor a quedar sola en la morada.
La instrucción judicial, por la figura de robo calificado y privación ilegal de la libertad está a cargo del fiscal Nelson Mastorchio en la Fiscalía N° 3.
La Policía y la Fiscalía sospecha que el maleante estaría residiendo en cercanías de donde cometió el episodio delictivo.
La pesquisa policial estaba enfocada en una persona que residiría en cercanías de avenida Soberanía y Comandante Espora. (http://eltiempodepergamino.com.ar/)