El fiscal Nelson Mastorchio ha logrado acreditar los vejámenes cometidos por un abusador sexual contra la hija de muy corta edad.
A partir de las evidencias recolectadas por la Fiscalía N° 3: el juez de Garantías Julio Caturla dictó la prisión preventiva a un sujeto de 52 años acusado de dejar embarazada a su hija de 12 años como consecuencia de abusos sexuales perpetrados contra la menor.
De esta manera el agresor sexual se encuentra detenido, aguardando el juicio oral, por los graves cargos penales de: “abuso sexual con acceso carnal agravado y corrupción de menores agravada y amenazas agravadas”.
La trama de este caso revela las relaciones incestuosas de este sujeto porque no sólo dejó embarazada a la hija de sangre; sino que –además- la madre de la adolescente es su propia sobrina.
Es decir, el agresor sexual concibió a esa hija con la sobrina, con quien tiene una relación de concubinato desde hace catorce años.
Recientemente ha nacido el bebé que por estas cuestiones de los cruzamientos de parentescos para el agresor sexual es su hijo; a su vez es su nieto y sobrino nieto.
Este hombre a los 36 años se fue a vivir con la sobrina, tuvieron a la hija; quien terminó embarazada a los doce años de edad.
Determinante intervención de médicos y directivos del Hospital
Los médicos y directivos del Hospital fueron determinantes para llevar adelante la instrucción judicial y asistir a tiempo a la menor que en su momento cursaba un embarazo de riesgo al ser una madre de tan corta edad y necesitar monitoreo permanente para dar a luz en forma segura.
Al Hospital San José concurrieron los padres con la niña de 12 años para pedir a los médicos que interrumpieran el embarazo.
El aborto era técnicamente imposible porque al momento de concurrir al centro de salud la niña se encontraba en un avanzado estado de gestación.
La familia se retiró y la directora asociada del Hospital, enunció en forma inmediata el caso en la Fiscalía.
El caso recayó para que lo investigue el fiscal Nelson Mastorchio y la instructora judicial Valeria Schutz tomó el caso para esclarecer el episodio.
Ante el inicio de la causa penal este sujeto se fue de Pergamino con la hija embarazada y sus dos hermanos. La Fiscalía 3 intervino con celeridad para determinar el paradero de la familia en la ciudad de Colón.
La menor estaba en peligro porque requería ser monitoreada frecuentemente por su embarazo de riesgo.
Una vez rescatada por las fuerzas policiales y judiciales el sujeto quedó aprehendido y ella con sus hermanos fueron alojadas en casas de familiares.
La acusación recolectó todas las medidas de prueba posibles para acreditar los abusos por parte de este sujeto.
Así fue como obtuvieron los testimonios de familiares; informes periciales de profesionales de la psicología y la psiquiatría y los certificados médicos y estudios de imágenes que se encuentran en la historia clínica de atención de la menor durante su embarazo.
Pero el elemento de prueba más contundente fue el examen de ADN practicado al bebé recién nacido evidenció lo que todos sospechaban y la familia negaba: el acusado fue quien concibió el embarazo durante, al menos, un abuso sexual a la hija.
El rol de la madre
La madre de la niña y su rol en esta situación hoy se encuentra bajo análisis de la Fiscalía porque sus declaraciones iniciales en la causa han sido de encubrir al papá y desviar el foco de la pesquisa.
La niña el 20 de julio de este año fue internada en el servicio de maternidad del Hospital San José por cursar un embarazo de alto riesgo.
Durante la internación en la sala del centro de salud las profesionales del equipo interdisciplinario de Salud Mental lograron desentrañar el abuso sexual sufrido por la menor dentro del ámbito familiar y que todos trataban de ocultar.
La menor recibía toda la contención y en la medida en que la Fiscalía recibía los reportes de las psicólogas y psiquiatras del Hospital; también intervenían los especialistas en salud mental de la Asesoría pericial.
Presión del barrio y la familia
El barrio donde residía la familia no tardó en conocer el embarazo de la menor de 12 años y la posibilidad que los vecinos ajusticiaran al abusador atentando contra la vivienda familiar.
Así está descripta esta posibilidad en la causa penal por una denuncia realizada por el abuelo de la víctima.
El denunciante es el hermano del agresor sexual, quien a su vez es el suegro en estas relaciones que de tan anormales son difíciles de describir.
En definitiva, es el abuelo de la víctima y quien en los momentos preliminares del caso habló con la hija delante de la Policía y aportó los principales indicios.
En la Comisaría Tercera, ante la oficial de servicio de la dependencia policial, Ivone Salineros, habló por teléfono con la hija cuando se habían escapado a otra ciudad porque si no los detenía la Policía: los linchaban en el barrio. La joven le confesó al padre que su pareja había abusado de la hija menor de edad y producto de ese abuso estaba embarazada.
Ahí se conoció también que el abusador se había llevado a toda la familia y los mantenía amenazado de muerte.
Elevación a juicio
El fiscal Nelson Mastorchio espera el resultado de algunas medidas de pruebas solicitadas recientemente en la instrucción judicial para terminar de cerrar el sumario y realizar el requerimiento de elevación a juicio del grave caso penal. (http://eltiempodepergamino.com.ar)