Por:Jorge Hurtado
La presión recae sobre los ciudadanos, que tendrán que lidiar con un alto costo de vida, y el Banco Central, que deberá reajustar los tipos de interés para febrero y así frenar la tendencia inflacionaria.
Una cifra que no se detiene. En Reino Unido, la tasa interanual de inflación llegó en diciembre al 5,4% desde el 5,1% de noviembre, convirtiéndose en la más alta desde marzo de 1992, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
Pero el número seguirá creciendo. En abril, cuando las facturas reguladas de energía de los hogares se incrementen en torno al 50%, la inflación podrá ubicarse entre el 6 y 7 % según expertos, cuando el objetivo del Banco de Inglaterra es mantenerla en el 2 %.
«El Banco de Inglaterra ya se sentía incómodo con su política monetaria. Las sorpresas al alza de hoy, tanto en los datos de inflación general como en los de inflación subyacente, ciertamente no habrán ayudado», dijo Ambrose Crofton, estratega de mercados globales de J.P. Morgan Asset Management.
Este aumento está motivado por problemas comunes en la región. Un aumento global de los precios de la energía y las dificultades de la cadena de suministro. Según los funcionarios de la Oficina de Estadísticas, la nueva variante de coronavirus Ómicron no tuvo un impacto significativo en los datos de la inflación.
Grant Fitzner, economista jefe de la ONS, aseguró que «los precios de los alimentos subieron mucho, mientras que los incrementos en los muebles y la ropa también empujaron la inflación».
Ahora la presión está puesta en los ciudadanos por el alto costo de la vida y en el Banco Central, que el mes pasado se convirtió en el primer gran banco del mundo en endurecer su política desde el inicio de la pandemia para aumentar los tipos de interés.
Los expertos afirman que hay un 90% de posibilidades de que el Banco de Inglaterra suba su tipo de interés principal al 0,5% el 3 de febrero. Mientras tanto, los rendimientos de la deuda pública británica a dos años, sensibles a las expectativas de tipos de interés de los mercados financieros, se quedaron a un paso de su nivel más alto desde 2011.
Reino Unido sigue preocupado por el hecho de que la escasez de mano de obra y las presiones salariales hagan que la inflación no sea pasajera.
«Entiendo las presiones a las que se enfrenta la gente con el coste de la vida y seguiremos escuchando las preocupaciones de la gente», reaccionó el ministro de Economía, Rishi Sunak.
La inflación de los precios al por menor, una medida usada por el Gobierno y las empresas, aumentó a un máximo del 7,5% desde el 7,1% en 30 años.
Con Reuters y EFE
Fuente.:france24
