Un informe privado determinó que la sustancia que envenenó y mató a al menos 24 adictos en el Conurbano Oeste y Norte la semana pasada tenía clorhidrato de piperidina, mientras tanto se aguardan los resultados periciales que la justicia ordenó que se efectúen en los laboratorios de la Procuración de la provincia de Buenos Aires y de la Policía Federal.
La difusión del elemento letal incluido en la presunta cocaína fue revelado en un informe periodístico y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, dijo “esto es un hallazgo y ahora tiene que convertirse en evidencia científica y judicial».
Berni explicó que «la orden de la Justicia fue que (la prueba) fuera a los laboratorios de la Procuración de la Provincia de Buenos Aires; otra muestra fue a la Policía Federal, y las muestras biológicas de lo que había adentro de los líquidos de los pacientes (orina, sangre, plasma) a laboratorios del Ministerio de Salud. En ninguno de estos casos mostraba resultado».
En ese contexto, aseguró que, según su criterio, «estábamos ante la presencia de un simulacro de cocaína que salió mal».
Berni anticipó que ya se secuestraron 25.000 dosis con la sustancia letal y que pidieron a la justicia más allanamientos. También dio detalles como que cada envoltorio de la presunta cocaína se vendía a 200 pesos.
Para el ministro la sustancia casi no tenía cocaína y sostuvo que lo que pasó fue que el “cocinero” de la banda narco se equivocó en el proceso.
Según explicó Berni, «la piperidina es un precursor del fentanilo, el cual se clasifica dentro de los opioides, sustancias que son anestésicos y analgésicos». Y advirtió que este elemento tóxico «estaba en forma de clorhidrato, pero no como clorhidrato de cocaína».
La piperidina es un líquido claro e incoloro que tiene un fuerte olor dulce y, entre sus aplicaciones, se utiliza para la fabricación de aromatizantes y solventes. Además, se usa en la industria farmacéutica, entre otros rubros.
Al ser inhalada puede generar complicaciones como irritación nasal o en la garganta, causar tos y sibilancia (respiración con silbido), o bien al entrar en contacto con la piel, como irritación o quemaduras severas.
Exponerse a la piperidina puede causar náuseas, vómitos, salivación, dolor abdominal, dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular, fatiga, depresión e irritabilidad y, entre otros riesgos para la salud a largo plazo pueden presentarse efectos crónicos en el hígado y los riñones. (Infocielo)