El próximo jueves 24 de febrero en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal 1 el juez Guillermo Burrone dará a conocer el veredicto del juicio por los abusos sufridos por una niña.
El fiscal Nelson Mastorchio pidió una condena a ocho años de prisión para un individuo por los sometmientos padecidos por una menor de muy corta edad en la vivienda durante la convivencia de la madre con el imputado.
Entre las diez de la mañana y casi las dos de la tarde se desarrolló la audiencia de debate oral contra un sujeto de 38 años acusado de los abusos sexuales sufridos por la hija de su ex pareja.
Durante la intensa jornada del juicio oral comparecieron como principales testigos: los padres de la niña; peritos y familiares que habrían presenciado situaciones o escucharon relatos directos de la menor.
La mamá de la nena integra un grupo de madres y abuelas de víctimas de abusos sexuales en Pergamino que luchan para que los casos lleguen a juicios y los acusados sean condenados. Estuvieron en los pasillos del patio de Tribunales acompañando a la familia de la víctima.
El fiscal Nelson Mastorchio junto a la instructora Valeria Schutz encabezaron la acusación en el debate oral que presidirá el juez Guillermo Burrone.
Una nena de 10 años de edad, entre julio de 2017 y marzo de 2018, sufrió abusos del padrastro en las mañanas en las cuales la madre se iba a trabajar.
El sujeto se acostaba en la cama de la menor y la manoseaba en sus partes íntimas. La niña pudo contarle los padecimientos al tío materno y de esa manera se enteró la madre. La mamá dialogó con la menor íntimamente y pudo exteriorizar todos sus padecimientos.
Durante el procedimiento judicial el fiscal Nelson Mastorchio obtuvo el testimonio de la víctima a través del dispositivo de Cámara Gesell.
El relato fue creíble para las profesionales de la psicología encargadas de entrevistarla en un ambiente privada y con la posibilidad que los abogados defensores y la Fiscalía sin que sean advertidas su presencia para la menor.
En la causa judicial este testimonio de la víctima se incorporará en el debate oral en la sala de audiencias del Tribunal Criminal.
Desde la Fiscalía N° 3 lo acusaron de abuso sexual simple agravado por la calidad de guardador.
En tanto, el abogado defensor pidió la absolución del imputado por considerar que durante el transcurso del debate no quedaron acreditados los episodios denunciados por la menor.
Condenado por manosear a una alumna
Un docente fue condenado a tres años de prisión, de cumplimiento condicional, por manosear dos veces a una alumna de 14 años de edad durante una clase en agosto de 2018.
El juicio oral se ha desarrollado a fines del año pasado en el Tribunal Oral en lo Criminal 1. El juez Guillermo Burrone condenó al sujeto de 38 años de edad por encontrarlo culpable del delito de abuso sexual simple agravado por su condición de encargado de la educación de la víctima.
La adolescente brindó su relato durante el proceso en el dispositivo de Cámara Gesell, cuya grabación audiovisual fue exhibida durante la audiencia de debate oral en los Tribunales.
Del testimonio de la víctima surge que fueron dos episodios de manoseo, de la misma forma, durante distintos momentos de la clase en un taller donde los alumnos desarrollaban actividades de pie alrededor de mesas de trabajo.
El fiscal Horacio Oldani alegó en la acusación: “el profesor a cargo de la materia, en dos oportunidades, la primera vez en el desarrollo del primer módulo -previo al primer recreo- y luego, en el transcurso del segundo módulo -previo al segundo recreo- le tocó la cola, pasando su mano desde abajo hacia arriba por encima de la ropa a la alumna de su clase, de 14 años de edad”.
La jovencita compartía las actividades con una amiga, a quien el profesor la habría enviado a un despacho escolar a buscar materiales para las actividades del taller. Por este motivo la adolescente quedó a solas con el docente en las dos oportunidades que ocurrieron los episodios de abusos.
Una de las personas que integraban el equipo directivo de la institución educativa declaró y relató que hubo una reunión del gabinete pedagógico que decidió citar al docente y apartarlo preventivamente del cargo. El directivo escolar reconoció que previo a ese episodio había ocurrido una situación similar por la cual no se iniciaron actuaciones administrativas por considerarla menor.
El docente negó las imputaciones alegando que es habitual que deambule por las instalaciones del taller para recorrer todas las mesas de trabajo y poder asistir a todos los alumnos en el manejo de máquinas y herramientas.
De acuerdo al relato del educador: “Él se acercó al grupo de alumnos y les llamó la atención para que continuaran con la actividad de taller que tenían que realizar y que nunca la tocó ni la rozó a la adolescente”.
El abogado defensor, en este sentido, sostuvo en los alegatos finales que: “no surgieron a lo largo del debate oral y público elementos de convicción suficientes y contundentes que acrediten la existencia del delito”.
La Defensa cuestionó la posibilidad que ninguno de los compañeros haya visto lo ocurrido ya que se dio en medio de una clase con otros alumnos presentes.
El juez Burrone, en los fundamentos del fallo, destacó la credibilidad del relato de la víctima; los testimonios de personas allegadas a la situación y el informe psicológico pericial que demostró que no se trata de una persona fabuladora, más la inexistencia de motivos para perjudicar al imputado.
En la causa declararon la compañera de la víctima y las madres de las dos alumnas que fueron contestes con el testimonio brindado por la adolescente en el dispositivo de Cámara Gesell.
La credibilidad del relato de la alumna, principalmente, fue lo que sostuvo la condena del Tribunal oral en lo Criminal N° 1. En los fundamentos del fallo el juez Burrone consideró al respecto del testimonio de la víctima: “mantuvo un relato coherente, claro y circunstanciado, sin fisuras y con una marcada timidez propia de su edad y del tema que debía abordar frente a una persona ajena a su círculo de confianza”.