Matías De Giusti (50), nacido en San Nicolás y radicado en Sydney junto a su familia desde los años ‘70, nos comparte el viaje de su madre hasta el estrellato en aquel país.
“Tomé la mano de mi mamá sentados en el Hospital.Mi padre Rubén había sido diagnosticado con Fase 4 de Cáncer cerebral, lo que nos tomó por sorpresa al igual que su repentino y rápido deterioro.
Con el tiempo, me di cuenta del cambio en el comportamiento de mi papá; solía mirarme fijo, con la mirada perdida y ausente; era incapaz de terminar sus diálogos; al punto de esperar en él un cuadro de Alzheimer, pero no de una enfermedad terminal.
Para mi mamá ‘Titina’, todo esto fue mucho por digerir. Ella y papá dejaron Argentina en los años ‘70 cuando yo solo tenía 5 años, para que junto a mi hermana Javiera, de 8 años, tuviéramos una vida mejor lejos de la inestabilidad política de nuestro país.
Ya en Australia mi mamá luchó para ajustarse a vivir sin todo aquello que dejó atrás; y se centró en aquello que tanto le gustaba, se involucró en teatro, mientras que mi papá se asentó en una fábrica donde comenzó a trabajar.
Juntos ahorraban cada centavo para poder volver a Argentina de vacaciones con la familia: ‘Es importante recordar tu cultura’ nos decía mamá a mi hermana y a mí.
Pronto descubrí en esos viajes cuan diferentes eran los dos países, era muy chico cuando nos fuimos y desconocía que en Argentina es normal cenar a medianoche en verano e ir a boliches a las 2 de la mañana, inclusive durante los días de semana.
Australia es un cementerio cinco estrellas” solía bromear mi mamá, en referencia a como todo cerraba tan temprano allí.
No hay dudas que todos esos recuerdos y más, reflotaron en su mente mientras esperábamos en el Hospital sabiendo que el tiempo de papá en este mundo estaba llegando a su fin. Ver a mama como una ‘sombra’ de sí misma fue muy duro para mí.
Escuchá: este puede ser el fin de la vida de papá, pero no es el fin de la tuya; ¿Qué querés hacer de tu vida de ahora en más?, le pregunté.
“Quiero actuar” me respondió, con una voz todavía distante y desinflada. A pesar de que mamá había realizado algunos roles en teatro en Australia, no había estado en escenarios por décadas.
“Esto es lo que vamos a hacer”, le dije; “Ahora mismo pensás que ya no hay luz dentro tuyo, pero esa luz volverá a brillar muy pronto”.
Cuando mi padre murió a sus 78 años, estábamos destrozados; nuestra familia había sido muy unida y realmente no quería que mi madre, ahora viviendo sola, se consumiera por ese dolor que la envolvía completamente.
Mi hermana Javiera y yo, tratábamos de acompañarla y pasear con ella con la mayor frecuencia posible.
“Acordate lo que me dijiste antes”, le recordé, deseando que de ahora en más ella persiguiera su sueño de actuar.
A pesar de que ella estaba en sus setentas, yo estaba seguro de que había muchos roles allí afuera, disponibles incluso si eran para actuar como “extra”, al menos sería un comienzo para mantener su mente ocupada y le encontrara un sentido a su nueva realidad.
Empecé a contactar agentes, buscándole trabajo, y me quedé impresionado al ver que una compañía cinematográfica buscaba una mujer en sus “70” años para aparecer en una serie de televisión para el rol de abuela y matriarca de una familia latina.
Algo me dijo que esto estaba destinado a ser. Esa misma noche fui a lo de mamá y filmé su audición. Tres meses habían pasado desde que perdimos a papá pero cuando vi su audición, se me puso la piel de gallina; en ella se reflejaba la misma fuerza y coraje que conocí en esa mujer desde toda mi vida; ella había vuelto.
Solo dos días después fue invitada a una audición en persona.
- Allí conoció a la actriz australiana Claudia Karvan, quien era también la creadora de la serie “Bump”, comedia a la cual mi mamá fue a audicionar.
“Actuar es vida, y la vida es un escenario”, le dijo mi mamá.
Todo el equipo quedó impresionado con su actitud, pero más aún con sus habilidades y le ofrecieron el rol de “Bernardita”, la abuela chilena.
¡A los 79 años mi madre iba a ser una estrella!.
La serie “Bump” que se emite por Stan Originals en Australia, pero que también puede verse en Argentina por HBO Max, ha sido un gran suceso en Australia y “Titina” ya fue contratada para participar de otras series en el futuro.
Su actual manager incluso la ayudó a sobrellevar la fama y este cambio tardío en su carrera y en su vida.
“Estoy orgulloso de lo que mamá logró”, e incluso al día de hoy ella se sorprende constantemente cuando salimos y es reconocida por la calle.
“Eso se llama fama”, suelo bromear con ella.
A pesar de que suelo ayudarla a estudiar y aprender los libretos, ella se lleva todos los méritos, lo hace muy naturalmente.
“No podría haberlo hecho sin vos, hijo”, me dijo sonriendo…”No ma, yo solo te pasé la pelota, vos hiciste el gol”, le dije.
Por supuesto hubiéramos deseado que papá estuviera acá para ver todo lo que ella logró, pero sé que él estaría tan orgulloso como mi hermana y yo”.
Mi madre y yo, tenemos una relación muy especial, siempre estuvo para mí cuando la necesité y estoy feliz de que ahora otros puedan ver la persona especial que ella es, como siempre la he visto yo.
Titina a sus 79 años dice: “Nunca es demasiado tarde para hacer que las cosas sucedan. La vida es una aventura, hasta el final”. (http://www.diarioelinformante.com.ar)