Es, hoy por hoy, el argentino más importante del mundo. Ni Messi, ni el Papa Francisco, ni la reina Máxima de Holanda, tienen por estas horas tanta trascendencia como la de él. Sin embargo muy pocos argentinos lo conocen. Se llama Rafael Grossi y es el titular de un organismo internacional que desde que comenzó el conflicto entre Ucrania y Rusia, pero más aún desde anoche, en que fue atacada una central nuclear, es el eje institucional universal que puede explicar, monitorear, e intervenir frente a posibles consecuencias catastróficas producidas en materia atómica.
La OIEA es la institución de la cual Grossi es el director general. Las siglas significan «Organismo Internacional de Energía Atómica», y desde 2019 su máxima jerarquía le pertenece a este influyente argentino.
QUIERE IR A CHERNÓBIL
Este viernes tuvo una declaración que dio vuelta al mundo cuando se ofreció para viajar a la planta de Chernóbil y negociar, tanto con Ucrania como con Rusia, las garantías para la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas.
«He señalado tanto a la Federación Rusa como a Ucrania mi disposición para viajar a Chernóbil tan pronto como sea posible. Ambas partes lo están estudiando», declaró Rafael Grossi, al frente del organismo de control nuclear de las Naciones Unidas.
«Estoy listo para ir», añadió Grossi, después de que las autoridades ucranianas le pidieran asistencia en materia de seguridad nuclear.
«Si vamos a ofrecer asistencia hay que estar allí, y el primero en ir debe ser el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)», agregó el diplomático argentino titular del organismo internacional.
DRAMÁTICO LLAMAMIENTO AL CESE DE HOSTILIDADES
En la noche del jueves, además había advertido Rafael Grossi, que se estaba comunicando con el gobierno de Ucrania y las autoridades nucleares de ese país, ante la grave situación desatada en Zaporizhzhia. «Pido que se detengan los enfrentamientos por el peligro de los reactores».
Esta oferta se produce después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusara hoy a Moscú de recurrir al «terror nuclear» tras el incendio causado por un ataque ruso en Zaporiyia, la mayor central nuclear de Europa y la tercera más grande del mundo que, sin embargo, no experimentó un aumento en los niveles de radiación.
«Se ha comprometido la seguridad física con lo que pasó anoche, tenemos suerte de que no hubo liberación de radiación», declaró Grossi en una rueda de prensa en Viena, en la que dijo que lo sucedido «carece de precedentes» y se podría haber llegado a una situación «dramática».
«La integridad de los reactores no se ha comprometido, pero sí la de la central en su sentido amplio», subrayó Grossi, que alertó de los riesgos si los combates prosiguen cerca de centrales atómicas. (https://infocielo.com/)