Por Ernesto Edwards/ Filósofo y periodista @FILOROCKER
Fito Páez acaba de editar “Futurología Arlt”, un notable álbum doble de carácter conceptual inspirado en Roberto Arlt
Ya sabemos que a lo largo de la historia del rock and roll, el significado de álbum conceptual y ópera – rock parecieron identificarse, fundiéndose en similares expresiones artísticas en las que un autor enhebra distintos temas en torno a diferentes enfoques sobre una misma problemática, sintetizados en un álbum, que como si fuera un libro, es un texto poseedor de una secuencia y un proceso que desembocarán en la conclusión prevista por la creatividad e inspiración de un rocker que pretendió enunciar su propio mensaje, siempre acorde con su perspectiva filosófica e ideológica. De todos modos, vale agregar que el matiz distintivo de una ópera-rock es que su historia principal tiene, además de un núcleo argumental determinado y un tratamiento temático, un comienzo, un desarrollo y un desenlace.
La enumeración completa de los discos conceptuales podría llegar a ser demasiado extensa. Pueden mencionarse, entre los más destacados, el pionero “Tommy”, de The Who; el arquetípico “The Wall”, de Pink Floyd (también “The Final Cut” y el legendario “Dark Side of the Moon”); “Un fantasma en el paraíso”, llevada directamente al cine, y del que ya dimos cuenta recientemente en esta Columna. Y entre los del rock nacional, “Ciudad de pobres corazones”, de Fito Páez (¿cómo no?); “La hija de la lágrima” de Charly García; y la oscura “Lobo suelto, cordero atado”, de Los Redondos. La nómina no terminará. Pero “Oktubre”, nuevamente de Los Redondos, “Artaud”, de Luis Alberto Spinetta, y la grandiosa versión de “La Biblia” según Ricardo Soulé en su época de Vox Dei, junto a “Dolmen” y “Romances de Gesta” (inspirado en el Mío Cid), del mismo Soulé, merecen mención aparte.
A veces alusión, otras, tributo. De modo explícito o alegórico, rock y literatura están emparentados. En cualquier lugar en que se cultive este género. El rock es un objeto cultural que ya no se define en estrictos términos de compases musicales. Es una cuestión de actitud contracultural, confrontativa y rebelde, y de denuncia social. Y como tal, está atravesado por diversas disciplinas, que lo sostienen conceptualmente y le dan soporte y carnadura. Una de las más notorias, además de la Filosofía, es la Literatura. En sus grandes autores abrevaron destacados rockers a la hora de componer. En textos elaborados, aún con diferentes estilos, con referencias múltiples que muchas veces recorren detalladas bibliografías que serán sintetizadas o reinterpretadas, según los casos.
Algunos creerán ver que “Futurología…” está ambientada en Buenos Aires (como sucede en la novela), y que la describe. Sin embargo, es universal, y bien podría ser, por ejemplo, Praga, o Viena, o Berlín. Es decir, capitales europeas que son punto de intersección entre culturas diversas. Aunque no se podrá despojarlo de cierto porteñismo, toda vez que el personaje en cuestión es, precisamente, Roberto Arlt (Buenos Aires, 1900 – 1942), novelista y periodista autodidacta. Un emblema literario de esta ciudad portuaria. No menos ambicioso fue retratar musicalmente un libro como “Los siete locos” (1929), una lúcida crítica social a la luz del Existencialismo de aquellos días. Quizás por ello sea un disco que en una primera pasada suene a tango con toques de funk y jazz y guiños a Piazzola. Y que remita a soundtrack cinematográfico.
Fito ya venía mostrando su inclinación por inspirarse en ciertos autores a la hora de componer canciones. Pensemos en “Polaroid de Locura Ordinaria”, la incomparable creación basada en Charles Bukowski, o en “Malström”, inspirada en Edgar Allan Poe. Pero “Futurología Arlt” fue mucho más allá. Baste saber que era un proyecto artístico de Páez originado ya en 1995. Más de un cuarto de siglo para finalmente diseñarlo, componerlo y grabarlo, junto a una orquesta dirigida por Ezequiel Silberstein, agregando luego a la Czech National Symphony Orchestra, concretando la segunda parte de una trilogía cuyo primer paso fue “Los Años Salvajes” (2021). Finalmente Remo Erdosain, el personaje protagónico de Arlt, ya tiene su banda de sonido.
Adentrarse en la crítica, análisis y comentarios de “Futurología Arlt”, digamos todo, no es demasiado diferente de la crítica pictórica, que por momentos a los que somos legos en el tema se nos vuelve algo abstracto, con referencias y analogías estéticas que se nos escapan, muchas veces por desconocimiento de la precisa terminología técnica que requiere, aunque generalmente transiten el carril de la subjetividad y de la emocionalidad que desate en cada observador, siempre único, diferente e irrepetible.
El título del disco quizás aluda a una intención de visión anticipatoria, adelantándose al progresivo deterioro social que parece inevitable y fatal. La tapa de “Futurología…” sin dudas remite a la de “Artaud”, el magnífico disco de Luis Alberto Spinetta inspirado en la trágica vida del escritor. No es casual si recordamos el especial vínculo que unió a estos dos creadores. También se debe reconocer la dificultad de analizar, desde lo filosófico conceptual, una lista que tiene veintidós canciones y sólo una tiene letra. Y que tampoco es de las mejores en la obra completa de Páez. Algo que pasa desapercibido ante tanta belleza estético musical que porta este registro doble, con títulos que conducen, todos -como quedó dicho-, al desarrollo y personajes de “Los siete locos”. Mención especial para “Caja Negra”, con el que abre el disco 2, con una cantante lírica, Paula Kohan, encendida, y también para “La Logia”, con un inquietante discurso alterado, reproducido al revés. Probablemente pasen inadvertidas algunas alusiones numerológicas que desfilan, disimuladas y hasta ocultas.
No deberíamos soslayar que Fito es, junto al Indio Solari, uno de esos grandes compositores que provocan una notable ambivalencia a la hora de intentar justipreciarlo. Y ello sucede porque se incluye en la valoración sus contradictorias ideas personales y cambiantes definiciones y posturas ideológicas y políticas. Pero, que quede claro, hacer eso sería caer en un grave error. La política de la cancelación es un reduccionismo que no conduce a mejores abordajes. Fito Páez es un gran artista y se lo debe juzgar por su obra y no por cómo piensa o de qué manera comercializa su producción creativa. Que con más de cuatro décadas componiendo el saldo es más que favorable. Es casi óptimo. No importa que cantando sea, para muchos, un dolor de oídos. Su repertorio ya es un clásico de la música argentina, y un legado invalorable para la cultura. Y, además, es tan buen pianista…
Finalmente nos queda esperar el cierre de esta trilogía, que traerá a Fito Páez y más canciones inéditas, sólo con piano y voz.
FICHA TÉCNICA
“Futurología Arlt” (Warner, 2022)
Fito Páez – 22 tracks
Género: sinfónico contemporáneo
Duración: 74´ – Calificación: muy bueno