Se trata de Marcos Pertossi, padre de Lucas (23), quien dialogó con el programa de televisión Telenoche donde dijo que su hijo solo «está preso por una filmación» y por decir la palabra «caducó» en audio de WhatsApp.
«Es totalmente inocente, la verdad que no se entiende todavía que él esté preso por filmar y decir la palabra caducó», cuando «está muy acostumbrado a hablar de esa manera» y «en ningún momento pensó que el chico estaba muerto», interpretó Marcos Pertosi.
De acuerdo a su versión de los hechos que culminaron con el crimen de Báez Sosa, su hijo estaba «sentado» y vio que le pegaban «a un amigo», al que fue a separar, filmando la situación con su teléfono celular.
«Lo que siente Lucas lo siento yo, el dolor es muy fuerte. Lucas está preso, está privado de su libertad, por algo que realmente yo no entiendo», aseguró el hombre.
En ese sentido, Marcos añadió: «Lucas no tiene nada que ver en esto, Lucas no hizo nada, Lucas está preso por algo injusto».
«No entiendo todavía como la fiscal (Verónica Zamboni) puede determinar que él es partícipe directo, siendo que él está filmando, está filmando y pegando a la vez», expresó el hombre.
Además, contó que su hijo pasa 21 horas del día «preso, guardado, tres horas de patio, es inhumano lo que está pasando, esta justicia está fallando».
En otro tramo de la entrevista, Marcos se refirió a la familia del estudiante asesinado, y señaló que se pone «en el lugar» de los padres de Fernando y que «ese dolor» también lo tiene él, sabe «lo que están sintiendo», al estar «del otro lado».
«A mí me duele la panza, me duele el estómago de pensar no más, yo hay noches que no duermo y pienso mucho en este chico», aseveró el padre de Lucas.
Por último, dijo que su hijo «es un chico travieso, no se pelea con nadie, a él le gusta filmar, es un hobby».
«No es ni asesino, no es malo, no tiene malas intenciones, vive feliz con las cosas que hace, él no mató a nadie», concluyó.
Además de Lucas, se encuentran detenidos Ciro (21) y Luciano Pertossi (20), Enzo Comelli (22), Máximo Thomsen (22), Ayrton Viollaz (22), Matías Benicelli (22) y Blas Cinalli (20), todos oriundos de Zárate.
Los ocho rugbiers están imputados del delito de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas», y también por «lesiones leves» sufridas por amigos de Fernando que estaban junto a él la madrugada del crimen.
En la causa fueron sobreseídos otros dos jóvenes acusados de ser partícipes necesarios: Juan Pedro Guarino (20) y Alejo Milanesi (21).
El juicio por el caso se iniciará el lunes 2 de enero de 2023, en plena feria judicial de verano, y se desarrollará a lo largo de 22 jornadas, con la participación de más de 130 testigos.
Las audiencias se realizarán en el Palacio de Tribunales de Dolores, ubicado en la calle Belgrano 141 de esa ciudad bonaerense, y el Tribunal Oral en lo Criminal 1 (TOC) 1 estará integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
De acuerdo con la instrucción del caso, desarrollada por la fiscal Zamboni, los acusados atacaron a Báez Sosa entre las 4.41 y las 5 del 18 de enero de 2020, frente al local bailable ubicado en avenida 3 y paseo 102.
Según Zamboni, los ocho jóvenes «acordaron darle muerte» al joven estudiante de derecho, y para ello «previamente, distribuyeron funcionalmente sus roles», luego de que «minutos antes, al encontrarse en el interior del local bailable, tuvieran un altercado» con él, «quien se encontraba acompañado con su grupo de amigos».
El episodio quedó registrado por cámaras de seguridad y de teléfonos celulares de testigos, por lo que los sospechosos fueron identificados y detenidos horas más tarde en la casa que alquilaban, a pocas cuadras del lugar. Télam.