El prestamista actualizó su balance de daños económicos por la guerra en Ucrania y adelantó que los efectos negativos se sentirán en las economías de todo el mundo, pero especialmente en los países en desarrollo de Europa y Asia Central.
Jorge Hurtado
Un retroceso regional. El Banco Mundial pronosticó que la economía de Ucrania sufrirá este año una contracción del 45% de su Producto Interno Bruto, PIB, como consecuencia de la invasión rusa en su territorio.
Para Rusia, la undécima economía del mundo, la contracción será del 11% como consecuencia de las sanciones que Occidente impone por su incursión militar, aunque las consecuencias se extienden para el resto de la región.
Según el banco, los países de Europa y Asia Central, resentirán los efectos de la guerra. Belarús y Moldavia entran en recesión y la zona euro retrocederá un 4,1% este año, frente al crecimiento del 3% en Europa y Asia Central que habían pronosticado justo antes de la guerra.
«La magnitud de la crisis humanitaria desatada por la guerra es asombrosa», comentó Anna Bjerde, vicepresidenta del Banco Mundial para la región de Europa y Asia Central, al tiempo que agregó que «la invasión rusa está asestando un golpe masivo a la economía de Ucrania y ha infligido enormes daños a las infraestructuras».
Según el informe, Ucrania es un importante proveedor mundial de exportaciones agrícolas, como el trigo, pero la siembra y la cosecha se han visto interrumpidas por la guerra. Un ejemplo, la interrupción en el Mar Negro, una ruta clave para las exportaciones, incluyendo el 90% de los envíos de grano de Ucrania.
Rusia y Ucrania representan el 40% de las importaciones de trigo de la región y cerca del 75% o más en Asia Central y el Cáucaso Sur. “Rusia es también un importante destino de las exportaciones de muchos países, mientras que las remesas procedentes de Rusia se acercan al 30% del PIB en algunas economías de Asia Central (República Kirguisa, Tayikistán)”, dice el Banco Mundial.
Asli Demirgüç-Kunt, economista jefe del Banco Mundial para Europa y Asia Central, comentó que “la guerra de Ucrania y la pandemia han demostrado una vez más que las crisis pueden causar daños económicos generalizados y hacer retroceder años de ingresos per cápita y avances en el desarrollo».
«Los gobiernos de la región deben fortificar sus amortiguadores macroeconómicos y la credibilidad de sus políticas para contener los riesgos y hacer frente a la posible fragmentación de los canales de comercio e inversión; reforzar sus redes de seguridad social para proteger a los más vulnerables, incluidos los refugiados, y no perder de vista la mejora de la eficiencia energética para garantizar un futuro sostenible», indicó Demirgüç-Kunt.
Aunque el impacto de la guerra se sentirá en todo el Viejo Continente, el BM aclaró que solamente Ucrania, Rusia, Belarús, Moldavia, Kirguistán y Tayikistán, sufrirán contracciones económicas.
Con AP y EFE
Fuente.:france24