Se las denomina «fiestas tóxicas», porque el consumo de bebidas alcohólicas y drogas es el componente principal de estos eventos, donde mayormente participan adolescentes y personas jóvenes, en alto riesgo por la falta de control. Un estudio sostiene que cada fin de semana se desarrollan unas 690 de estas fiestas en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, con el agravante de que vienen sumando al «negocio» la explotación sexual.
Los datos surgen de una nueva Encuesta Mensual de Inseguridad (EMI), desarrollada por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados.
El nuevo problema de las fiestas tóxicas
«Con la pandemia de coronavirus llegó un nuevo invento para la diversión y el descontrol nocturnos: las fiestas clandestinas. Concluida la pandemia, los empresarios de la noche y otros tanto que sin tener experiencia alguna, buscan hacer un buen dinero en forma rápida y fácil; llegaron a la conclusión de que podían inaugurar un nuevo tipo de festejo: las fiestas tóxicas», explicó Javier Miglino, abogado especialista en Seguridad y director de Defendamos Buenos Aires.
«Este fenómeno -agregó- se viene naturalizando desde que los boliches comenzaron a cerrar, víctimas de la violencia de sus propios patovicas, más las famosas bebidas adulteradas y la propia crisis económica. Entonces en casas usurpadas o alquiladas en la Ciudad de Buenos Aires y en quintas del Conurbano, surgió este fenómeno de ‘fiestas vale todo’, donde todo puede ocurrir y no siempre los protagonistas vivirán para contarlo», aseguró el experto.
Droga y alcohol libres
El director de Defendamos Buenos Aires dio el ejemplo de lo que sucede «en la calle Tres de Febrero al 2700 en el barrio porteño de Belgrano, una minúscula casa usurpada, da origen cada fin de semana a un entrar y salir de cientos de personas, que ante la falta de espacio, se colocan directamente sobre la vereda o cortando directamente la calle. La música estridente es el preludio de motos que llegan todo el tiempo, con curiosos envíos de delivery que en realidad esconden un más que posible tráfico de drogas», detalló.
Y agregó: «Las bebidas alcohólicas se beben a raudales y muchas de las botellas quedan sobre la vereda o se rompen sobre la calle. Los gritos de alegría, alternan con peleas. Sin embargo todo este verdadero descontrol causado por dos o tres vivos que se llenan los bolsillos, perjudican a todo un barrio sin la justicia o la policía hagan algo. Como resultado y en forma puntual, el sábado siguiente a las 23 horas, el descontrol de una nueva fiesta tóxica, renace con nuevos bríos», dijo Miglino.
Las zonas más afectadas de la provincia de Buenos Aires
En Provincia las zonas más afectados por fiestas tóxicas son «Lomas de Zamora, sobre todo en la zona del centro. En San Justo, Isidro Casanova y Ramos Mejía, todos ellos en La Matanza. En Quilmes (centro), Florencio Varela (centro), Moreno (centro), San Martín (centro), Morón (centro), Almirante Brown, sobre todo en la zona de Adrogué y en Lanús (centro)», explicó Javier Miglino.
Las fiestas tóxicas en las redes sociales
El director de Defendamos Buenos Aires indicó que la difusión y convocatoria a las fiestas tóxicas se hace por las redes sociales. «Es vox populi -dijo- que las fiestas tóxicas son fogoneadas a través de las redes sociales de Twitter, Facebook, YouTube e Instagram; en las que presentan como una invitación al descontrol, al consumo de drogas y de alcohol».
Así, continuó, se está «soslayando que simplemente se trata de invitaciones a beber alcohol sin límite y a consumir drogas, sin restricciones horarias ni de otro tipo porque son justamente los organizadores los que deben imponer los términos del consumo de cerveza, vino, vodka, etc. Y como su negocio es vender bebidas y drogas, propugnan el mayor consumo posible».
«Como corolario de esa situación, miles de chicos y chicas de entre 14 y 34 años, están en riesgo permanente, durante la fiesta y al terminar el evento salen completamente intoxicados y a partir de ahí, al subirse para conducir un vehículo, empiezan una carrera contra la muerte donde ocurren tragedias no exentas de inocentes que solo cometieron la ‘grave falta’ de cruzarse delante», concluyó Miglino. (https://www.diariopopular.com.ar)