En los últimos doce meses se multiplicaron los robos a comercios. Desde violentos hechos con armas a escruches, es decir rotura de vidrios y paredes para robar, hurtos y apropiaciones de mercadería en el modo ‘mecheras’, con bandas de mujeres que ingresan a los locales, esconden todo tipo de elementos entre las ropas y salen como si nada. En promedio se registran 6.600 robos cada día, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense.
Los datos surgen de una nueva Encuesta Mensual de Inseguridad (E.M.I.), desarrollada por la ONG Defendamos Buenos Aires con la asistencia del Estudio Miglino y Abogados, en un estudio con información desde abril de 2021 hasta el presente mes de 2022.
Motochorros en aumento. «En la mayoría de los casos, los delincuentes operan con un cómplice que los espera a bordo de una moto. Es decir que los motochorros ya no se conforman con arrancar carteras o romper vidrios de autos para robar; ambas actividades delictivas nacidas en Bogotá y Medellín, Colombia, alrededor del año 1978. Ahora también roban en comercios y de ese modo, el sufrido emprendedor debe sortear las bajas en las ventas con la presencia de maleantes y criminales», dijo Miglino.
La gente tiene miedo de denunciar. «En general los comerciantes luego de ser robados, dan por perdido el dinero, la mercadería y los teléfonos celulares que se llevaron los delincuentes. Miran para adelante e intentan olvidar el episodio. Saben que la denuncia les llevará medio día de trabajo, que servirá para poco y que incluso puede acarrearle mala fama al local. De este modo los delincuentes ganan por partida doble. Roban fácil y rápido y nunca son perseguidos, con lo que la espiral de criminalidad continúa creciendo», explicó Miglino.
Recoleta desolada por ladrones que llegan desde la villa 31. «No son pocos los negocios que han robado en Recoleta y luego de un tiempo han decidido bajar la persiana, ante la imposibilidad de seguir atendiendo con la puerta cerrada y el corazón en la boca. Andrea, dueña de una coqueta zapatería de mujer sobre la calle Libertad, a cien metros de la Avenida del Libertador y a pasos de un ingreso ‘no oficial’ a la villa 31, nos contó que en el último año la robaron tres veces. En todos los casos, el itinerario es el mismo. Llegan dos o tres ladrones, en un descuido, ingresan al comercio y roban la recaudación, el teléfono celular y si hay clientas, también las roban. Luego salen corriendo hacia la avenida del Libertador, cruzan a la carrera y se refugian en la villa 31 que está enfrente, donde el delito en pocos minutos se vuelve impune, entre el laberinto de pasillos y edificios de la villa. Al poco tiempo, los mismos ladrones salen en busca de nuevas víctimas en la zona», dijo Miglino.
En Provincia de Buenos Aires. «En el centro de Lomas de Zamora, sobre todo en la calle Meeks y la peatonal Laprida, no hay día sin robos. Igualmente en el centro de Adrogué y de Lanús. También se producen atracos en la zona oeste del Conurbano bonaerense, en los barrios de Ramos Mejía, San Justo e Isidro Casanova. Y completan el cuadro del delito, San Martín, San Isidro, Olivos y Vicente López», señaló Miglino.
«Con la crisis actual y la caída de ventas que los comerciantes intentan sobrellevar, más el 52 por ciento de aumento de los alquileres, que según la ley actual impone los aumentos de una sola vez, más la inflación y la temible inseguridad que padecen, en especial en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense, ha hecho que muchos negocios directamente se vayan a pique, tal como le ocurrió a decenas de emprendedores que nos contaron sus penurias, agravada por los robos», manifestó el abogado especialista. (https://infocielo.com/)