Conor despierta y se encuentra un monstruo en la ventana. Pero no es el monstruo que él esperaba, el de la pesadilla que tiene casi todas las noches desde que su madre empezó el arduo e inacabable tratamiento. No, este monstruo es algo diferente, antiguo. Y quiere lo más peligroso de todo: la verdad. En este contexto aparece el bullying asociado a múltiples factores: por un lado la culpa y la necesidad de un “castigo” externo, y por otro la falta y la “no-mirada” de adultos referentes que puedan sostener, cuidar y acompañar al niño en la situación dolorosa que atraviesa.
Maliciosa, divertida y conmovedora, Un monstruo viene a verme nos habla de nuestra dificultad para aceptar la pérdida y de los lazos frágiles pero extraordinariamente poderosos que nos unen a la vida.