El seleccionado de Inglaterra adoptó una reprochable conducta antideportiva en su derrota de hoy con Los Pumas (19-7) con la intención de provocar la eliminación de Canadá en el Seven de Rugby, que se disputa este fin de semana en Toulouse, Francia.
Desligados de todos los valores del juego limpio, los jugadores británicos mantuvieron una postura estática con la posesión de la pelota en el ingoal argentino para consumir los minutos finales del partido y asegurarse la diferencia de gol necesaria para avanzar a los cuartos de final.
Los Pumas ganaban 19-0 y hasta ese momento las posiciones del Grupo A arrojaban un empate en puntos entre los tres equipos, con diferencia +50 para Argentina, +14 para los canadienses y +11 para los ingleses.
Si Will Horner hubiera anotado el try luego de penetrar la defensa «albiceleste», Inglaterra se arriesgaba a sufrir otra anotación en contra durante el tiempo que faltaba, lo que podía impedir su acceso a la ronda final.
Entonces, el jugador británico optó por quedarse parado con la pelota en su poder y la mirada al banco de suplentes a la espera de alguna indicación, en medio de una situación bochornosa. El árbitro Finlay Brown no tuvo éxito en su pedido de reanudar el juego y tampoco en la intención de que los argentinos se acercaran a su rival para forzarlo a anotar.
Así, Inglaterra -país cuna del rugby- apoyó el try sobre el final del tiempo y con la posterior conversión sobre los palos recortó la diferencia de tantos para lograr su boleto a cuartos de final, instancia en la que posteriormente resultó eliminado por Samoa (26-24).
«Único. Extraño. Controversial. El tiempo parece haberse detenido en Toulouse, ya que Inglaterra retrasa deliberadamente marcar el try que los lleva a los cuartos de final, y Argentina, con seis hombres y también clasificada, los deja», publicó la cuenta oficial del torneo sobre la polémica definición.
Fuente: La capital