Un efectivo policial está acusado de traumáticos manoseos provocados a una menor de edad con dicapacidad mientras convivía con la madre de la víctima; también integrante de la fuerza policial.
Los abusos los cometía mientras la madre se bañaba o cuando la niña se encontraba sola en la habitación de la casa que han compartido o en las moradas de familiares cercanos.
Desde los once hasta los catorce años la nena sufrió estos manoseos en las partes íntimas del cuerpo por parte de este sujeto que siguió con los abusos sin importarle el mal que le causaba.
Vio a la jovencita provocarse cortes con un cuchillo en los brazos tras los ataques y lo único que le refirió a la menor fue que no le contara a la madre para no salir perjudicado.
El «cutting» son las autolesiones que la adolescente se sigue provocando a si misma como maniobras de escape a los tormentos que le producen recordar incesantemente los abusos sufridos.
La víctima declaró contra la ex pareja de su mamá en el dispositivo de Cámara Gesell cuyos resultados constituyeron los elementos de prueba para detener al sospechoso y someterlo a un proceso penal que encabeza el fiscal Nelson Mastorchio.
La instructora judicial Valeria Schutz desarrolló la audiencia indagatoria por los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante por la duración en el tiempo; agravado por el grave daño en la salud; por la convivencia y por pertenecer a las fuerzas de seguridad y corrupción de menores doblemente agravada por la guarda y por la edad». (http://eltiempodepergamino.com.ar/)