La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner aprovechó un acto en El Calafate para cuestionar con dureza la renuncia del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, en una aparición que, como hizo el jueves su hijo Máximo Kirchner en Escobar, pareció ratificar los primeros gestos de tregua para con el presidente Alberto Fernández.
Por segunda vez en seis días, Cristina realizó una nueva aparición pública, la primera desde la renuncia de Guzmán, a quien acusó de haber cometido “un acto de desestabilización institucional”. En su discurso de 38 minutos, además, ironizó con los efectos que tuvieron en el Gobierno sus más recientes intervenciones. “No voy a revolear a ningún ministro”, dijo, al empezar.
“Es importante que en la Argentina dejemos de discutir a las personas. En este episodio que hemos vivido, donde el sábado nos enteramos de la intempestiva renuncia del ministro de Economía… Esto lo digo por Cristina Fernández de Kirchner, no se lo cargo por nadie, así como no permito que nadie hable por mí: creo que fue un inmenso acto irresponsabilidad política”, arrancó. Y remató: “Fue un acto de desestabilización institucional en cierta manera. Con el mundo como está, el país como está, el dólar como está, hacerlo enterar al Presidente de una renuncia por Twitter, nada más y nada menos que el ministro de Economía, no me parece bien”.
Incluso, pese a haberse enfrentado en su momento con Fernández por la permanencia de Guzmán en su cargo, hasta se solidarizó con el jefe de Estado, ya que considera que fue traicionado por el ex líder de Hacienda. “Me parece un gesto de inmensa ingratitud personal hacia el propio Presidente. No lo voy a negar, ni ocultar, porque no oculto nada, las diferencias que pueda tener con el Presidente en cuanto a políticas, funcionarios, pero este Presidente había bancado a ese ministro de Economía como a nadie. Enfrentándose incluso con sus propias fuerzas de la coalición”, remarcó en la inauguración del Cine Teatro Municipal de la ciudad de El Calafate, en Santa Cruz.
Y siguió: “¿Se merecía realmente eso? No hago una distinción entre buenos funcionarios y malas personas. Creo que fue un inmenso gesto de ingratitud personal hacia el propio Presidente”. “Cuando fueron las diferencias que mantuvimos por las condiciones en las cuales se acordó con el FMI, todo el arco político de la oposición, el periodismo en general, todo el establishment salió a hablar de la racionalidad del ministro de Economía y, ¿quién era la irracional?”, se preguntó la vicepresidenta.
Sin cambios de funcionarios
En su discurso, comenzó hablando de Aerolíneas Argentinas y del PreViaje (política a la que elogió), pero, en un momento que se tomó para elogiar la gestión de Alicia Kirchner en Santa Cruz, recordó que la hermana de Néstor Kirchner había sido ministra de Desarrollo Social de la Nación. Mientras elogiaba su entonces gestión, aclaró: “No voy a revolear a ningún ministro, quédense todos muy tranquilos”. Y añadió entre risas: “No estoy promoviendo a Alicia como ministra de Desarrollo Social, quédense todos tranquilos, está muy bien acá en la provincia”.
Por otro lado, Fernández de Kirchner criticó la formación de “activos externos” durante el macrismo a partir del “endeudamiento y posterior fuga” de capitales y apuntó contra quienes cuando se les ponen trabas para sacar dólares del país “estallan la economía”.
“¿Cuál es la terrible tragedia de la formación de activos en el gobierno de Macri? Para hacer esto se endeudaron primero y sacaron los dólares después es formación de activos con endeudamiento. Con nosotros, que está mal también el nuestro, pero es menos nocivo y no lo podemos impedir porque cuando lo impedimos, cepo. Si no les dejas sacar los dólares que quieren del país, se comportan como adictos. De cualquier manera te los voy a sacar. Cuando dicen por las malas estallas la economía del país. Esto ha sido así históricamente”, describió.
En ese sentido, consideró que para el año que viene, no importa quién gane “no va a haber solución para este problema estructural de la economía argentina que lo constituye la economía bimonetaria y que no es únicamente aquella restricción externa que los insumos que necesita la industria para producir y lo produce el campo y ahí está la tensión”. (DIB)