El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó este jueves que las canastas básicas alimentaria y total aumentaron 4,6% en el mes de junio con relación a mayo, por lo que una familia de cuatro integrantes requirió $104.217 para superar la línea de la pobreza.
Respecto al mismo mes de 2021, la canasta que mide la indigencia registró un incremento del 63,7%, mientras que la canasta básica total sufrió una suba del 56,7%; es decir que los alimentos aumentaron más que el promedio del resto de los elementos que componen la canasta que mide la pobreza.
La canasta alimentaria acumuló un alza del 35,6% solo en el primer semestre del año, y en junio costó $46.525 para una familia de cuatro integrantes; $ 48.934 para un hogar compuesto por cinco integrantes; y $15.057 para un solo adulto.
Los nuevos valores de las canastas que registran la pobreza y la indigencia en Argentina se conocieron luego de la suba de la inflación del 5,3% mensual en junio, que informó el INDEC hace una semana, notificando a su vez la suba de precios interanual más alta desde inicios de los años 90´: 64%.
La alta inflación que volvió a ascelerarse durante el mes pasado, amenaza incluso con ser más abrupta en julio, en medio de las corridas cambiarias y la presión devaluatoria que intenta sortear la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis.
En el día de ayer, un grupo de intendentes del Conurbano bonaerese se reunieron con la ministra Batakis, a quien le hicieron saber su preocupación «por el aumento de precios de los productos de la canasta básica». Y además, le alertaron de la necesidad de garantizar la provisión en góndolas.
Por su parte, los movimientos sociales -afines y críticos del Gobierno nacional- realizaron una importante movilización en reclamo de un aumento de los ingresos, ya sea por medio de un salario básico universal o cualquier otra medida, y amenazan con incrementar las manifestaciones hasta alcanzarlo.
De acuerdo al último informe INDEC sobre la evolución de la distribución del ingreso en el primer trimestre del año, el ingreso promedio per cápita del total de la población alcanzó los $39.644, mientras que la mediana del ingreso per cápita fue de $29.500.
A la vez que el salario mínimo vital y móvil de $45.540 en junio, quedó por debajo de la línea de indigencia.
También desde el sector sindical, la CGT anunció una movilización para el mes que viene cuyas demandas por lo pronto quedaron en la confusión. Según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), que registra la remuneración promedio de los trabajadores en relación en dependencia, en mayo percibieron ingresos por $133.595, es decir apenas un tercio por encima de la canasta que mide la pobreza.