Este jueves, el Ministerio de Salud de la Nación informó que son 24 los casos positivos de viruela símica en nuestro país, tras nuevos confirmados. Se trata de pacientes masculinos, con un promedio de edad de 36 años y la mayoría tiene antecedentes de viaje.
Según lanzó Télam, la cartera sanitaria nacional indicó que «al 27 de julio se reportó un total de 24 casos, de los cuales 13 se notificaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 6 en la provincia de Buenos Aires, 3 en Córdoba, 1 en Mendoza, y 1 en Santa Fe» y la totalidad de los casos son de sexi masculino.
El promedio de edad de las personas contagiadas es de 36 años, «habiendo casos con un máximo de 47 y un mínimo de 24 años», según informaron desde Salud y confirmaron que realizarán capacitaciones en las distintas jurisdicciones en lo que es «diagnóstico y laboratorio».
Viruela símica: OMS lanzó una alerta
El pasado sábado 23 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) activó su máximo nivel de alerta para tratar de contener el brote de viruela del mono ya que, hasta el momento, esta enfermedad afectó a casi 17.000 personas en 74 países.
A través de un comunicado, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó: «he decidido declarar una emergencia de salud pública de alcance internacional» y aseguró que el riesgo es moderado en todo el mundo, con excepción de Europa donde es alto.
¿Qué es la viruela símica y cómo se transmite?
Según explicó el Ministerio de Salud de la Nación, la viruela del mono es una enfermedad viral contagiosa, que se transmite de animales a humanos y también de una persona a otra por contacto con la erupción o lesiones que se producen en la piel de la persona enferma, los líquidos corporales, y las costras que se forman luego.
El período de incubación de la viruela del simio suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. La enfermedad a menudo es autolimitada y los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente dentro de los 14 a 21 días. Los síntomas más frecuentes son:
- Lesiones en la piel.
- Fiebre
- Dolor de cabeza, muscular o de espalda
- Inflamación de ganglios
- Cansancio.
Las lesiones pasan por distintos estadios hasta formar una costra que luego se cae. Pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido claro o amarillento, y luego pueden formar costras, secarse y caerse. Suelen concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies, aunque también pueden estar presentes en el área genital. (https://infocielo.com/)