El gobernador Axel Kicillof sostuvo este martes que hay “jueces que dan vergüenza” y lamentó que “estamos en épocas de lawfare, de persecución judicial” al referirse a la causas que enfrentan la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el intendente Mario Secco, en el marco de un acto en Ensenada.
“A Mario Secco le quieren aplicar ese correctivo, pero no saben con quién se meten”, consideró el mandatario sobre la situación judicial de Secco, quien enfrentará un juicio oral, acusado de interrumpir actos de otro poder, resistir la autoridad y coacción agravada por haber irrumpido en el recinto de la Legislatura bonaerense donde sesionaban los diputados en diciembre de 2017.
“Quiero darle todo mi apoyo y solidaridad al intendente de Ensenada”, dijo Kicillof. “Son todos hechos de persecución que no van a ir ni a las esquina. Quédate tranquilo que el pueblo te está acompañando”, señaló.
Y recordó que durante el Gobierno de María Eugenia Vidal “a los intendentes opositores no les daban ni agua y además generaban falsas denuncias para perseguirlos judicialmente para tratar de atemorizarlos, restringirlos y limitarlos en sus opiniones políticas”.
Kicillof respondió así a los intendentes de Juntos por el Cambio que esta semana salieron a denunciar “discriminación” en el reparto de fondos.
En otro orden, Kicillof reconoció que “estamos atravesando en este Gobierno situaciones extremas, de mucha dificultad”, pero que eso no impide “ampliar y reconocer los derechos de quienes más los necesiten”. Lo dijo en el marco de la entrega de camionetas destinadas a colegios de educación especial junto al director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni.
“A nuestro Gobierno le toca discutir con los acreedores que vienen a reclamar la plata de la deuda que tomó el Gobierno anterior, después vino una pandemia y una guerra”, justificó.
“Es una inversión importantísima”, dijo Kicillof sobre la compra de los vehículos. Y recordó el endeudamiento durante la administración de Juntos por el Cambio.
“En el Gobierno de Cristina durante el año 2010 se distribuyeron 200 de estas camionetas. Después vino un Gobierno que si algo no le faltó fue plata, apoyados en los grandes bancos extranjeros, en los bonistas y los buitres consiguieron 100 mil millones de dólares. Pero saben cuántas compraron? Ninguna”.
“Estas camionetas que estamos repartiendo hoy cuestan 140 millones de pesos, lo que sería un millón de dólares a tipo de cambio oficial. Con el préstamo con el FMI, el Gobierno anterior podría haber comprado 50 mil veces 21 camionetas, pero compraron cero”, amplió. (DIB)