El doble crimen de un abogado jubilado y de su esposa, hallados muertos ayer a balazos dentro de su automóvil en el garage de su casa en Vicente López, tuvo un giro sorpresivo: la empleada doméstica, una mujer de nacionalidad paraguaya que fue quien llamó a la Policía para denunciar los asesinatos, tuvo contradicciones en su declaración y está entre rejas desde anoche por presunta entregadora.
María Ninfa Aquino (64) fue arrestada en horas de la noche de ayer en su domicilio de la calle Magaldi 2406 en la localidad de Pablo Podestá, en el partido de Tres de Febrero. Se la piensa indagar en las próximas horas, acusada de haber sido la entregadora en el marco del robo y asesinato del abogado, de 74 años, y de su mujer, de 72.
La investigación indica que Ninfa Aquino tuvo varias contradicciones en su declaración y, en un allanamiento, los detectives incautaron un sobre de terciopelo, propiedad de la víctima, donde se hallaría la llave de la caja fuerte de la vivienda. De la propiedad fueron robadas joyas y dinero, entre otros valores, de acuerdo a fuentes policiales.
El jubilado asesinado, identificado como Enrique Del Río (74), recibió tres disparos en su cuerpo, en tanto Mercedes Alonso (72), su esposa, fue ejecutada de un tiro en la nuca.
Ambos cadáveres fueron encontrados ayer a la mañana dentro del auto Mercedes Benz propiedad de la pareja que estaba estacionado en la cochera de su casa ubicada en la calle Melo al 1100, esquina Gaspar Campos, del mencionado partido del norte del Conurbano.
Además de su profesión de abogado, Del Río tuvo un breve paso por la Policía Federal Argentina (PFA), tenía una relación comercial con una empresa de seguridad privada y era propietario de playas de estacionamiento en la ciudad de Buenos Aires.
Muertos en el auto
El episodio fue denunciado por la empleada doméstica de la casa, ahora detenida, quien relató a los investigadores que llegó a su lugar de trabajo cerca de las 7 de la mañana.
De acuerdo con su versión de los hechos, ocurrió que, como Del Río y su esposa se demoraban en levantarse para el desayuno, fue hasta la habitación y descubrió que ahí no se encontraban.
La mujer alertó a la Policía y, poco después, arribó al lugar una ambulancia del SAME y personal de la comisaría 5ª de Balneario, con jurisdicción en la zona.
Los efectivos determinaron que los dos miembros de la pareja se hallaban dentro del Mercedes Benz E350 con los cinturones de seguridad colocados, la mujer del lado del conductor y el hombre como acompañante.
Los forenses que revisaron los cadáveres advirtieron, en principio, que Del Río presentaba un balazo en la zona de la clavícula, otro en el intercostal derecho y el restante en una pierna, mientras que su esposa, un tiro en la nuca.
Según las primeras pericias, todo indica que se trata de un “doble homicidio” cometido por un tercero y la línea investigativa principal es que el móvil de este doble asesinato esté ligado a un robo. Es que los pesquisas constataron, en base al relato de otros familiares, faltantes de algunos objetos de valor, entre ellos dinero y joyas.
A simple vista, no se había detectado ninguna puerta, ventana o abertura forzada y otro investigador aclaró que no se habían hallado tampoco armas de fuego dentro del auto o la propiedad.
Si bien la casa tenía cámaras de seguridad no solo en el ingreso sino también en varios de los ambientes, el o los delincuentes que concretaron el crimen se llevaron el disco rígido en el cual quedan registradas las imágenes.
La causa está a cargo del fiscal de turno Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, pero ante la posible complejidad del caso, el fiscal general de San Isidro, John Broyad, decidió sumar para la investigación a un segundo fiscal del mismo distrito, Alejandro Musso.
A nivel policial, trabajaban efectivos de la Estación de Policía Departamental de Seguridad (EPDS) de Vicente López, de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro y peritos de la División Casos Especiales de la Superintendencia de Policía Científica. (DIB)