Todos tenemos un router en casa con el que nos conectamos a la fibra óptica. Si se te da bien la tecnología todo lo que encontrarás aquí puede que ya lo sepas pero no todos los usuarios saben qué deben hacer o qué no deben hacer con el dispositivo, qué puede ser una mala idea o qué debemos tener en cuenta. Qué no debes hacer nunca con tu router y por qué va a dañar tu calidad a Internet.
Podemos cambiar el router de la compañía, podemos conectarnos para comprobar la conexión a Internet, la velocidad. Podemos reiniciarlo, formatearlo… Pero solo sebes hacerlo si sabes, si sabes qué estás haciendo con él. Y con cuidado.
Cuidado con dónde lo colocas
Colocar el router en el centro de la casa es la mejor opción porque así conseguiremos que la cobertura llegue a todos los rincones de forma homogénea. O lo intentaremos, al menos. Colocamos el router en el centro o en el PAU o Punto de Acceso de Usuario en nuevos pisos, un punto que generalmente estará en la entrada de casa y desde el cual la fibra óptica va hasta el RITI y e instalador solo debe conectar la fibra preinstalada. Pero el PAU no está en el centro y es posible que busquemos alternativas… como un baño, que permite camuflarlo. O la cocina.
Nunca debes colocar el router ni en la cocina. Las baldosas y azulejos del cuarto de baño y de la cocina perjudican a la señal WiFi así que conseguirás una peor cobertura. No solo los azulejos sino que estas habitaciones suelen tener otros elementos que van a hacer que la señal sea mucho peor, como tuberías.
Cuidado con otros aparatos
No solo no colocarlo en algunas habitaciones sino que hay otras cosas que no debes hacer con tu router. Como colocarlo cerca de dispositivos que puedan crear interferencias y hagan que empeore la señal… Colocar el router cerca del microondas es mala idea además de otros electrodomésticos como lavadoras o frigoríficos (aunque pueda parecer muy lógico)
Pero también debemos evitar tenerlo cerca de un radiador que haga que se sobrecaliente en exceso pero también que pueda dañarse por la humedad.
Problemas en la configuración
Más allá de dónde colocarlo o cómo cuidarlo, hay otros problemas que puede darnos el router y una serie de prácticas que debemos evitar… Por ejemplo, mantener la configuración de fábrica o no actualizar el dispositivo en años. Lo normal es que el instalador de fibra nos deje todo preparado con la correspondiente contraseña apuntada, la contraseña que viene de fábrica. Pero es fundamental que cambies la clave y no dejes la contraseña ue viene de fábrica ya que será mucho más fácil de vulnerar y hay aplicaciones capaces de averiguarla solo por el nombre de la red.
También debemos evitar tenerlo desactualizado. No actualizar nunca el routeres un error y puede ser un problema. Hay muchos usuarios que mantienen el firmware durante años y esto puede darnos problemas de seguridad o hacerlo más vulnerable así que conviene que lo mantengamos siempre actualizado en la última versión.
No toques los cables
Puede parecer obvio o absurdo pero son muchos los usuarios que desconectan o conectan cables en el router sin saber bien dónde va cada uno de ellos, sin tener claro qué puede pasar si conectamos un extremo del puerto Ethernet a un switch y otro extremo a otro. Si tienes conocimientos mínimos no hay ningún problema en que desconectes los cables, los reconectes y hagas lo que quieras o necesites. Pero el mejor consejo que podemos darte si no sabes qué estás haciendo es que no lo hagas.
Aunque puede parecer una tontería, son muchas las personas que estropeanlos cables del aparato o que lo mueven de forma brusca arrancando el cable de fibra. Esto hará que tengamos problemas con Internet y que requiera la ayuda de un técnico o instalador para solucionarlo, con las correspondientes molestias para ambos. Así que, si todo funciona bien y no sabes qué es cada cosa, mejor no tocar.
¿Tengo que apagarlo?
No necesariamente. No tienes por qué apagar el router cada noche ni va a hacer que funcione mejor. No tenemos que reiniciarlo cada pocos días ni cada noche si queremos que mejore la conexión a Internet. Solo debemos apagarlo o reiniciarlo cuando estemos sufriendo algún tipo de fallo, no funcione correctamente, etc.
En estos casos podemos probar a reiniciar o a resetear para que Internet mejore y arreglará muchos de los pequeños problemas del día a día pero no tienes por qué hacerlo de forma periódica ni va a hacer que tu Internet sea mejor.