El femicidio de María Alejandra Abbondanza, de 48 años, la acompañante terapéutica asesinada la semana pasada por un vecino cunado salió a pasear a su perro, mantiene conmocionada a la ciudad de Campana y a la propia fiscal que lleva adelante la investigación, ya que está intentando determinar el móvil del hecho.
Ana Laura Brizuela, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Campana, realizó en las últimas horas varias entrevistas a amigos y vecinos de la víctima para saber qué vínculo mantenía con Agustín Chiminelli, el presunto autor del femicidio, y pericias al celular de la mujer. Tanto el joven de 24 años como sus padres, Carlos Rubén, y Esther Sánchez, se encuentran detenidos.
Acerca de la presunta relación entre Abondanzza y Chiminelli hijo, la fiscal aseguró que “la familia (de la víctima) dice que era un ‘hola y chau’, y los vecinos nunca los vieron juntos”.
“No tenemos el móvil, estamos trabajando en eso. Ella parece entrar tranquilamente, como con cierta familiaridad. Está claro que se conocían”, añadió Brizuela.
Respecto de los roles de cada uno de los acusados, la fiscal dijo que “por el momento son los tres coautores, no quiere decir que con el devenir de la investigación esto pueda modificarse”.
Lo cierto es que la madre y el padre del joven, en sus declaraciones, dijeron que ellos no tuvieron anda que ver y que el hijo “hizo todo solo”. Abbondanza fue asesinada de un golpe, perpetrado con una mancuerna, y su cuerpo fue quemado en una parrilla de la casa.
El femicidio fue descubierto el pasado sábado 17 de septiembre a la mañana en una casa ubicada en Moreno y Alberdi, de Campana. Abbondanza había sido vista con vida por última vez por su hija alrededor de las 17.30 del viernes, cuando sacó a pasear a su perro.
Su cuerpo fue hallado quemado en la parrilla de la casa de los Chiminelli, lugar al que llegaron los pesquisas tras analizar las cámaras particulares de la zona y ver que la mujer y su perro ingresaban allí.
En las imágenes se ve además que ya de madrugada el joven ahora detenido salió con el perro de la mujer como si fuera a pasearlo, y volvió a la casa, situación que ocurrió nuevamente, pero esta vez el animal ya no tenía el pretal puesto.
La Policía encontró el pretal, la correa y la ropa de la mujer ensangrentada en un terreno baldío ubicado a dos cuadras de la vivienda, mientras que el perro regresó a la casa en la que vivía alrededor de las 5 manchado de sangre. (DIB)
