Un pueblo italiano pagará hasta 30.000 euros a quienes quieran mudarse allí

Cantidad de países europeos comenzaron a ofrecer incentivos con el fin de atraer nuevos residentes. Ahora es el pueblo de Presicce, en la región de italiana de Puglia, el que acaba de anunciar que recompensará con 30.000 euros a quienes quieran establecerse allí.

“Hay muchas casas vacías en el centro histórico construidas antes de 1991 y nos gustaría verlas vivir nuevamente”, dijo el concejal Alfredo Palese. “Es una pena ver cómo nuestros viejos distritos llenos de historia, arquitectura y arte maravillosos se están vaciando lentamente”, agregó.

Los detalles del proyecto

Los términos del acuerdo todavía están en desarrollo. “Por el momento, la idea es ofrecer hasta 30.000 euros a las personas que quieran mudarse aquí y comprar una de estas viviendas abandonadas. La financiación total se dividirá en dos: se destinará en parte a comprar una casa antigua y en parte a remodelarla, si es necesario”, precisó el concejal.

Y explicó: “Los afortunados deberán establecer su residencia en el lugar. Con el dinero otorgado, se les dará a elegir una de las tantas casas que tenemos para ofrecer y procederán entonces a adquirirla. Los precios de la viviendas parten de los 500 euros el metro cuadrado. Unos 25.000 euros deberían ser suficientes para asegurar un hogar de unos 50 metros cuadrados. El restante quedará para refacciones necesarias”.

Con respecto al recibimiento de solicitudes para formar parte del programa, el ayuntamiento de Presicce abrirá la inscripción en las próximas semanas.

No es la primera vez sin embargo que las autoridades locales emplean estrategias para atraer personas. En los últimos años, se buscó persuadir a vecinos de otras localidades con beneficios fiscales para establecer negocios y otras actividades comerciales, además de bonos por cantidades de bebés por familia.

Un breve repaso por la historia de Presicce

El origen del pueblo italiano se remonta a la Edad Media, cuando los asentamientos se extendieron alrededor de una fortaleza sarracena construida por monjes que cavaron criptas y molinos de aceite subterráneos como refugio para los sobrevivientes de incursiones piratas.

Con el correr de los años, se ganó la reputación de ser la “ciudad de oro verde” de Puglia por sus exuberantes olivares, que producen aceite de oliva virgen extra de primera calidad. Floreció también durante el Renacimiento gracias a sus excelentes vinos, quesos y comercio de ganado.