Los diez sujetos que aprehendieron en un complejo habitacional con equipamiento para perpetrar robos de modalidad boqueteros, fueron indagados en el segundo piso del Ministerio Público Fiscal.
El fiscal Francisco Furnari les imputó el delito penal de asociación ilícita y los sospechosos se negaron a declarar amparados en el derecho constitucional que les garantiza la posibilidad de no brindar testimonio sin que esa actitud signifique culpabilidad.
El viernes la Policía y la Fiscalía desbarataron una banda de delincuentes dedicada a los robos de cajas fuertes con un alto nivel de organización y un sofisticado equipamiento para cometer episodios en empresas y entidades bancarias.
Durante más de dos semanas estuvieron instalados los malvivientes en un complejo de departamentos de alquiler temporario de avenida Padre Galli y Ameghino.
Los delincuentes se movilizaban en vehículos de alta gama y se mezclaron dentro de nuestra comunidad simulando ser ciudadanos de bien.
Incluso los testigos describieron que salían a correr por la zona cercana al complejo habitacional; interactuaban con la gente en bares y comedores donde almorzaban y cenaban y en los comercios donde adquirían productos de higiene o alimenticios.
Durante el día no se los veía salir con frecuencia y si lo hacían cerca de la hora del atardecer.
En grupos de a dos o de a tres recorrían la ciudad tratando de pasar desapercibido entre la gente para pasar por los lugares donde planeaban cometer robos y estudiar las posibilidades de acceso y las vías de escape en caso que se complicaran las cosas.
El complejo nivel de organización criminal requirió un respaldo económico porque estimaron los gastos logísticos en medio millón de pesos para pagar el hospedaje; las comidas; el combustible de los cinco vehículos y los distintos gastos personales de los diez integrantes del grupo de delincuentes.
El martillo neumático, las herramientas y el equipamiento de maquinarias para cometer robos de modalidad boqueteros han requerido una inversión reciente de más de dos millones de pesos; de acuerdo a la estimación económica que hicieron de los elementos secuestrados en el procedimiento.
Los vehículos Mercedes Benz; Audi; Toyota; y las camionetas Ford Ranger y Volkswagen Amarok suman evidencia para acreditar que la banda se trata de una Asociación Ilícita entre distintos criminales para ejecutar un plan que les permitiera obtener un cuantioso botín.
La Fiscalía tiene el enorme desafío de determinar si han estado involucrados en episodios de robos recientes en nuestra ciudad y el gran compromiso de esclarecer cual era el próximo “golpe” de la banda.
En los Tribunales deben continuar el proceso penal teniendo en cuenta la importancia del procedimiento que realizaron en forma conjunta las fuerzas policiales y el fiscal.
La comunidad le exige a la Policía que evite que ocurran episodios delictivos de gravedad. En este caso impidieron un gran golpe.
Se espera que el juez convalide el allanamiento policial e incorpore los elementos secuestrados como evidencia de la compleja organización criminal de los delincuentes para ordenar la detención mientras avanza la instrucción judicial para analizar todas las pruebas.
La Justicia tiene una gran oportunidad de cuidar a la comunidad de los criminales que andan suelto. (https://eltiempodepergamino.com.ar/)