Después de disolver temporalmente el Congreso e instaurar un gobierno de emergencia nacional, el Parlamento peruano destituyó al presidente Pedro Castillo.
La sesión aprobó la moción de vacancia en medio de una profunda crisis desatada, por lo que la oposición calificó como “golpe de Estado”. Antes habían renunciado al menos 10 ministros.
En tanto, la vicepresidenta Dina Boluarte asumió la presidencia. Poco antes había denunciado que el cierre del Congreso y la conformación de un Gobierno de emergencia constituye un “golpe de Estado”. Castillo decretó además un toque de queda que regirá desde las diez de la noche.
Las fuerzas de seguridad rodearon la sede del Congreso. Tras la medida, los legisladores realizaron una sesión para votar la vacancia de Castillo, ignorando la medida oficial.