Rock en Baradero no es solo el festival más grande de la provincia de Buenos Aires. Es el encuentro de miles de personas que año tras año se reúne para celebrar con lo mejor de la música en nuestro idioma. Un peregrinar entre amigos, con la familia, en pareja. A un termo de mate del Obelisco, a una hora de la Ciudad de Rosario. Más de 40 bandas. Tres escenarios. Todos los himnos que queremos escuchar.
Rock en Baradero celebra la amistad, el amor, la ruta, el camping, la familia, el asado. Las banderas que flamean bajo la arboleda de la calle San Martín. Miles de remeras de rock transpiran al ritmo de sus bandas favoritas. Se entonan cantos explosivos a base de letras y melodías, tan bellas como filosas.
El ritual está listo: Sonidos potentes flotando en el aire de Baradero. Danzas al atardecer. Música, arte, color, aire libre, solcito, brisas húmedas. Pogos liberadores. Artistas plásticos, arte callejero, jams de lectura, talleres sustentables. Ganas de viajar con amigos.
Un paseo gastronómico al aire libre. Ganas de tirarnos en el pasto. Tres escenarios con bandas en loop. Doce horas por día de música en continuado. Las bandas más relevantes de la escena actual. Los estribillos de todas las canciones que queremos volver a escuchar. Miles de corazones latiendo fuerte, saltando, bailando, volviéndose a abrazar. Rock en Baradero no es un festival de moda. Es una ceremonia atemporal. (https://www.zonanortehoy.com/)
