El Ministerio de Trabajo de la Nación debió intervenir entre Nucleoeléctrica Argentina, la empresa operadora de las Centrales nucleares y la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) Seccional Zárate a raíz de una medida de protesta del gremio por contratos vencidos y posibles desvinculaciones.
Dentro del reclamo plantearon la cesantía de 560 trabajadores de la construcción que podrían quedar despedidos y cuyos contratos se terminaron el pasado primero de diciembre y aún no hay información y certezas sobre su continuidad laboral ya suspendida la obra de Atucha III y sus preparativos previos.
En este contexto se llevó a cabo una primera reunión, desarrollada en el Ministerio de Trabajo en la cual se encontraban representantes de Uocra, ATE y UECARA. Y los representantes de la Cartera nacional decidieron convocar a un cuarto intermedio para el 26 de diciembre al no avanzar en las negociaciones entre los gremios y funcionarios de la Secretaría de Energía y NASA, que participaron de la reunión.
El 26 tampoco se pusieron de acuerdo y se pasó a un tercer encuentro para el 12 de este mes. Con el correr de las audiencias la desconfianza del sindicato va en aumento ya que no logran ponerse de acuerdo con el Estado y la empresa para la continuidad laboral de los trabajadores y la continuidad del Plan Nuclear Argentino; el cual se confirmó que iba a seguir con la construcción de Atucha III para este año pero no están garantizados los fondos.
Estos 560 trabajadores nucleados en la UOCRA, estaban prestando servicios y realizando tareas previas a la instalación de la nueva central china que está “suspendida”. Pero desde el gremio calculan que, más allá de estos 560 trabajadores, unos mil puestos de trabajo podrían perderse ya que se estima que otros 500 son indirectos, como por ejemplo trabajadores gastronómicos, logística, administración y transporte. (https://impactolocal.com.ar/)