El gobernador de la provincia argentina de Neuquén confirmó que su compatriota Jannet Palavecino falleció en el peor desastre aéreo registrado en Nepal en tres décadas.
En su cuenta de Twitter, Omar Gutiérrez escribió: «Jannet Palavecino, que descanses en paz. Te vamos a extrañar y tener presente siempre en nuestra memoria. Mis saludos y condolencias a toda la familia y afectos».
Diversos medios informaron que Palavecino, de 57 años y madre de dos hijos, era una entusiasta montañista y empresaria hotelera.
Al menos 68 personas murieron cuando un avión de la aerolínea Yeti Airlines, que había partido de Katmandú a la ciudad turística de Pokhara, se estrelló el domingo por la mañana.
Un video transmitido en Facebook por uno de los pasajeros mostró cómo el avión enfrentaba dificultades para mantenerse en el aire a medida que se acercaba al aeropuerto.
Una operación de búsqueda y rescate en la que participaron cientos de soldados nepaleses se suspendió durante la noche del domingo debido a la oscuridad, pero se reanudó el lunes por la mañana.
Durante el día, la televisión local mostraba a los rescatistas buscando entre los fragmentos carbonizados de la aeronave que cayó al terreno cerca del río Seti, a poco más de un kilómetro del aeropuerto.
Sin esperanzas
Las autoridades descartaron la posibilidad de hallar sobrevivientes.
«Hasta ahora hemos recolectado 68 cuerpos. Estamos buscando cuatro cuerpos más», dijo Tek Bahadur, jefe de distrito en el distrito de Taksi, donde ocurrió la tragedia.
En los primeros momentos tras el siniestro ya se especulaba que la mayoría de los 72 pasajeros y la tripulación había fallecido, pero hubo informes no confirmados de que varias personas se habrían salvado, aunque habrían resultado gravemente heridas.
Bahadur también informó que las cajas negras del avión ya fueron recuperadas.
No está claro qué causó el accidente, pero otros funcionarios nepalíes han asegurado que el piloto no informó «ningún inconveniente» durante los instantes previos al accidente.
La nación del Himalaya tiene una trágica historia de accidentes aéreos fatales.
El primer ministro de Nepal declaró el lunes día de luto nacional y el gobierno estableció un panel para investigar la causa del desastre.
«Había mucho humo y llamas»
El vuelo de Yeti Airlines, con la ruta Katmandú-Pokhara, partió de la capital nepalesa poco después de las 10:30 (04:45 GMT) para lo que debería haber sido un viaje corto.
Una habitante del lugar, Divya Dhakal, le dijo a la BBC que corrió al sitio del accidente después de ver caer al avión.
«Para cuando llegué allí, el lugar del accidente ya estaba abarrotado. Había mucho humo saliendo de las llamas del avión. Y luego llegaron helicópteros en poco tiempo», explicó.
«El piloto hizo todo lo posible para no chocar con la localidad ni con ningún hogar«, agregó. «Había un pequeño espacio justo al lado del río Seti y el avión impactó el terreno en ese pequeño espacio».
El riesgo de volar en Nepal
Los accidentes de aviación no son inusuales en Nepal, a menudo debido a sus pistas ubicadas en lugares remotos y los cambios climáticos repentinos que pueden generar condiciones peligrosas.
La nación del Himalaya, hogar de algunas de las montañas más impresionantes del mundo, tiene algunos de los aeropuertos más riesgosos para despegar y aterrizar.
En el pasado también se ha culpado a la falta de inversión en nuevos aviones y a la mala regulación.
En mayo de 2022, un avión de Tara Air se estrelló en el norte de Nepal y mató a 22 personas. Cuatro años antes, 51 personas murieron cuando un vuelo que viajaba desde Bangladesh se incendió cuando aterrizaba en Katmandú.
Chiranjibi Paudel, cuyo hermano periodista Tribhuvan estaba en el vuelo siniestrado, dijo que se deben tomar medidas para mejorar la seguridad de la aviación en Nepal.
«Las aerolíneas deberían ser sancionadas y el organismo regulador del gobierno también debería rendir cuentas», dijo a la BBC.
La Unión Europea (UE) ha prohibido a las aerolíneas nepalesas usar su espacio aéreo por preocupaciones sobre los estándares de capacitación y mantenimiento.
Rajini Vaidyanathan, corresponsal en el sur de Asia.
Mientras el último de los vuelos del día se dirigía a la terminal nacional del aeropuerto de Katmandú, reinaba una calma espeluznante.
Apenas unas horas antes, el vuelo 691 de Yeti Airlines había despegado de aquí. El avión cayó cerca del recién construido Aeropuerto Internacional de Pokhara, que abrió sus puertas a principios de año.
Las personas con las que hablamos en el aeropuerto de Katmandú nos dijeron que vuelan regularmente y aún se sienten seguros después de las noticias de hoy: tomar viajes cortos en avión es una forma popular para que las clases medias de Nepal viajen a través de esta nación del Himalaya.
No está claro qué causó el accidente de hoy, pero no es la primera vez que el país se une para llorar a los perdidos en una tragedia de este tipo.
«No tengo miedo de volar», dijo Ria, que esperaba que llegaran sus maletas, «pero es necesario que haya mejores regulaciones y aviones más nuevos».
Entre los 72 occupantes había al menos 15 extranjeros.
De los pasajeros, se sabe que 53 eran nepalíes. Había cinco indios, cuatro rusos y dos coreanos en el avión. También había al menos un pasajero de Argentina, Irlanda, Australia y Francia, entre otros.
La víctima argentina fue identificada como Jannet Palavecino y su muerte fue lamentada por el gobernador de la provincia argentina de Neuquen, Omar Gutiérrez, quien le dedicó un mensaje en su cuenta de Twitter.
Khum Bahadur Chhetri, un residente local, dijo a Reuters que estaba observando el vuelo desde el techo de su casa cuando se acercaba al aeropuerto.
«Vi el avión temblando, moviéndose de izquierda a derecha, y luego, de repente, cayó en picada y se fue al desfiladero», explicó.