Era un nuevo reto. Y los fans de la franquicia del videojuego «Trials» sabían que sus creadores harían de la carrera de obstáculos en motocicleta un objetivo arduo.
Sabían además que debían estar atentos a los huevos de Pascua, herramientas ocultas en los videojuegos que pueden contener desde mensajes o mejoras estéticas que cambian algún elemento del juego hasta niveles secretos.
En el anterior «Trials HD» habían encontrado pistas sobre un magnífico acertijo que les tomó años resolver.
Lo que no esperaban era que el enigma de «Trials Evolution» los llevaría no sólo a explorar temas científicos y místicos, sino hasta a dejar sus habitaciones en pos de pistas materiales para develar el gran misterio.
Y nunca imaginaron que, gracias a todo su esfuerzo, hallarían todas las piezas necesarias para completar el rompecabezas… cuando ya ninguno de ellos estuviera vivo.
Entre los gamers es un episodio legendario.
Entre los estudiosos culturales, una invitación a reflexionar.
Lo que puede parecer como un entretenimiento intrascendente, lleva a considerar algunas de las preguntas más profundas de la condición humana, señalan.
Pero, empecemos haciendo un recuento de lo que sucedió con el épico acertijo de «Trials Evolution».
El periplo
Como guía recurrimos al superfan Brad Hill, alias Professor FatShady, quien, cuando la comunidad de jugadores logró llegar a la conclusión final (de momento), publicó un resumen en el sitio web Kotaku.
Los detalles son complejos, pero a grandes rasgos…
Poco después del lanzamiento de Trials Evolution en Xbox Live Arcade en abril de 2012, los jugadores comenzaron a descubrir una serie de tablones de madera que, al juntarlos, deletreaban un mensaje codificado.
Con mucho esfuerzo y un tris de suerte, lo decifraron: eran instrucciones para realizar una maniobra secreta en el juego que desbloqueaba una canción que empezaba diciendo…
«Despierta y escuchalos secretos estan escondidosen los tonos más brillantestus oídos pueden no captarlospuede que tengas que transformarlos a una forma visible»…
Y eso hicieron, con un programa de visualización de análisis espectral que reveló un mensaje en código morse.
Ese código conducía a un sitio web que contenía imágenes crípticas, las cuales, a partir de abril de 2013, se actualizaban a diario.
Notaron que las imágenes hacían referencia a científicos y con sus nombres se revelaron las 26 letras del alfabeto… otro acertijo.
¿La respuesta? «Gran congelación sin final completo», una teoría sobre el fin del Universo.
Esa respuesta llevó a otro sitio web que brindaba coordenadas y pistas para encontrar cuatro objetos dispersos… ¡en el mundo real!
Tres de ellos estaban en San Francisco, EE.UU., Sydney, Australia, y Bath, Inglaterra.
Eran pequeños cofres ocultos, en los que encontraron llaves y placas de metal con el principio de una frase:
«Parecía que fue hace una eternidad».
Descubrieron que provenía del libro «Bajo la misma estrella» del autor John Green y que la cita completa era:
«Parecía que fue hace una eternidad, como si tuviéramos este breve pero infinito para siempre. Algunos infinitos son más grandes que otros infinitos».
El cuarto cofre fue encontrado en Helsinki, Finlandia, la ciudad natal de RedLynx, la compañía creadora de «Trials».
Uno de los fans que se aventuró a buscarlo y fue a la dirección que indicaba el sitio web, donde le entregaron unos documentos aparentemente reales de 300 años de antigüedad relacionados con la venta de tierras de una propiedad francesa en el siglo XVIII.
Había también un mapa para llegar a un cementerio donde estaba ese último cofre.
Contenía otra llave y varios artículos, entre ellos un reloj de bolsillo antiguo de 1916.
Además, un mensaje grabado en el revés de la placa de metal…
«Mediodía del año 2113.
Primer sábado de agosto
Una de cinco llaves abrirá la caja
Debajo de la Torre Eiffel».
Y así se resolvió.
Después de tanto tiempo, los fanáticos habían llegado a la última parada en su búsqueda del tesoro global.
La anhelada resolución estaba en el futuro.
Entretanto, gran parte de los deseos del creador del acertijo ya se había cumplido.
El autor intelectual.
Todo había sido meticulosamente planeado por Antti Ilvessuo quien, con su hermano Atte, fundó RedLynx en 2000.
A medida que la comunidad de gamers exploraba teorías científicas, análisis espectral, ideas sobre el fin del Universo, criptografía, tallas neolíticas y compartía el conocimientos para resolver el enigma colaborativamente, Antti veía con satisfacción que todo se estaba desarrollando tal como lo había esperado.
«El acertijo es realmente importante para mí, pues unió a las personas que querían resolverlo», explicó en entrevista con el escritor Matthew Syed.
«Creo que el esfuerzo por hacer cosas que perduren sólo funciona si la gente trabaja junta por el bien común, sin temer lo peor o crear conflictos…
«Sólo hay que ser curioso y aprovechar los conocimientos».
Antii a menudo sonríe pero no aclara nada cuando le piden que revele detalles desconocidos sobre el acertijo, pero deja entrever que, incluso diez años después, lo que sucedió le emociona.
«Para mí fue muy significativo. Siempre he dicho que hay que poder confiar en la gente, que la gente es inteligente y curiosa. Y la forma correcta de resolver los problemas del mundo en que vivimos es con personas asítrabajando juntas.
«En este acertijo, tuve fe en que la gente confiaría, y lo hizo. Y lo sigue haciendo».
Ese voto de confianza valió la pena: a pesar de que tendrán que pasar tantas décadas antes de poder abrir el último cofre, para el superfan Professor FatShady y muchos de los que participaron el desenlace está lejos de ser frustrante.
«Persigues algo como esto porque quieres ese cierre, quieres llegar al final, alcanzar la meta. Lo interesante de éste es que la conclusión no fue una conclusión sino el comienzo de otro viaje de 100 años para llegar a otra cosa», dijo.
«Esa es la mejor forma de terminar: dándonos algo en el futuro».
Una ofrenda al porvenir… un legado, aquello que obliga a proyectarnos a un mañana sin nosotros.
O, como resalta el psicólogo social Philip Cozzolino de la Universidad de Essex, Inglaterra, a pensar en algo que normalmente evitamos: la muerte.
Lo que está en medio
El acto de reflexionar sobre la muerte ahora se considera una poderosa herramienta psicológica, y es muy diferente a simplemente planificar para el futuro.
Cozzolino ha analizado los efectos psicológicos en personas que tienen experiencias cercanas a la muerte o que reciben un diagnóstico terminal, pero señala que no necesitamos experimentar un trauma para obtener la claridad que proviene de pensar en la muerte.
Lo que sí es necesario es confrontar algunas verdades inviolables.
«Hay una canción interpretada por Pearl Jam («I’m mine» o «Soy mío») donde dice: ‘Sé que nací y sé que moriré, lo que está en medio es mío'».
«Sólo cuando verdaderamente asumes los dos extremos -el nacimiento y la muerte-, el intermedio es tuyo», argumenta y señala que su investigación lo avala: muchos de quienes incorporan en su visión de vida la inevitabilidad de la muerte experimentan cambios poderosos y positivos.
«En muchos casos le dicen a los investigadores: ‘Siento que finalmente he tomado el control. ¿Por qué estoy haciendo este trabajo en particular? No me hace feliz. ¿Por qué estamos en esta relación?'».
La cruda verdad es que no tenemos más que una pequeña porción de existencia intercalada entre dos eternidades de olvido. Y no sólo los psicólogos arguyen que una apreciación de esta realidad puede ayudarnos a vivir vidas más significativas.
Eso afirmaban grandes filósofos existencialistas del siglo XX como Heidegger y Kirkegaard, y en su gran libro «El ser y la nada» Jean Paul Sartre argumenta que apreciar la mortalidad puede inyectarle emoción a la vida.
Cada hora se vuelve preciosa, y el porvenir, preciado.
Antii eligió no estar presente cuando se resuelva su acertijo.
«No busco dejar un legado. El legado es de esas personas que trabajaron juntas para resolver el acertijo y de aquellas que le entregarán las llaves a generaciones futuras, así que es un legado común, un legado del trabajo de mucha gente».
Lo que sí asegura es que hizo arreglos concretos para que ese sábado del verano boreal en París quienes acudan al mediodía a la cita bajo la Torre Eiffel encuentren la pieza final del rompecabezas.
(Y si te estás preguntando acerca de la 5º llave mencionada en la placa, resultó ser una llave digital desbloqueada en la secuela, Trials Fusion).