Kellan, un nene de siete años, murió luego de ser atacado por cuatro perros en la reserva indígena de las tribus de Shoshone-Bannock en la localidad de Fort Hall, en Idaho, Estados Unidos. Su madre también resultó herida en el ataque, que ocurrió el sábado 21 de enero por la tarde.
El Departamento de Policía de Fort Hall recibió un llamado cerca de las 17:30 sobre un nene atacado por perros en una residencia. Cuando llegaron los oficiales, la madre y el pequeño ya estaban recibiendo atención médica en una ambulancia.
La madre del niño, Emily Islas, también resultó gravemente herida tras luchar contra los perros para salvar la vida de su hijo. Para proteger al nene, se tiró encima de él. Ambos fueron llevados al Portneuf Medical Center en Pocatello, a 32 kilómetros de donde ocurrió el ataque. Sin embargo, el chico murió al llegar al centro médico por la gravedad de las heridas que sufrió.
Los cuatro perros involucrados en el ataque, dos rottweilers y dos mestizos, fueron sacrificados por las autoridades tribales después del ataque.
Cómo ocurrió el ataque de la jauría
Las víctimas vivían en una casa rodante detrás de la propiedad donde ocurrió el ataque. El niño estaba jugando afuera y, al ver que no regresaba después de unos minutos, su madre fue a buscarlo. Emily Islas encontró a su hijo acostado boca a bajo y con los cuatro animales encima.
Una cuenta de GoFundMe ya recaudó más de 30.000 dólares para apoyar a la mamá sobreviviente. “Conozco a Emily y sé que hizo todo lo que estuvo a su alcance para proteger a Kellan de ese ataque”, decía la publicación. “Ella es una mujer y madre increíble y se sacrificó para tratar de salvar a su pequeño”.
La descripción de la recaudación de fondos que creó una de sus amigas precisa que “Emily fue llevada de urgencia a una cirugía de emergencia y todavía está en la UCI tratando de recuperarse del daño que le hicieron los perros”. Según dijo, Islas sufrió daños en los nervios y una arteria rota en su brazo derecho, así como daños en la parte posterior de la cabeza, el brazo izquierdo y la espalda.
La mujer tiene también otra hija que por suerte no se encontraba con ella en ese momento.
Los dueños de los canes y de la propiedad donde ocurrió el ataque eran una pareja que no se encontraba en ese momento en la vivienda. Posteriormente a los ataques, la pareja fue citada por 15 violaciones de la Ordenanza de Animales de las Tribus.
Los cargos de los que se les acusa es de ataque de animal, de no tener a los perros vacunados contra la rabia y de no contar con las licencias pertinentes para tener cuatro animales de ese tipo en casa, entre otros, según informó Native News Online.
La investigación está siendo llevada a cabo por el FBI y las fuerzas de Idaho Fish and Game. El caso se enviará al Fiscal de Estados Unidos para que estudie la posibilidad de establecer un cargo federal.