El fin de una era… otra vez. Así podría titularse lo que fue la noticia del traspaso de Kevin Durant desde Brooklyn Nets hacia Phoenix Suns, sobre el final de la ventana de traspasos de la NBA. Hace pocos días, desde Brooklyn habían confirmado la noticia de la salida de Kyrie Irving, quien continuará su carrera en Dallas Mavericks. Con KD siguiendo sus pasos, en Brooklyn se respiran aires similares a los días en los que amenazaron con crear una dinastía de la mano de Kevin Garnett y Paul Pierce, pero protagonizaron más sombras que luces.
Garnett, Pierce y el primer intento de los Nets de romper la NBA
La NBA suele ser cíclica. Por eso, no son pocos los que, al conocerse la noticia de la salida de Durant, recordaron lo que fue la etapa de Kevin Garnett y Paul Pierce en los Nets. El año era 2013 y una franquicia renovada en Brooklyn buscaba dar un golpe de efecto y vaya si lo dio: acordó con Boston el traspaso de sus dos súperestrellas Garnett y Pierce más la adición del base Jason Terry. A cambio, Brooklyn entregó a Gerald Wallace -cuyo contrato era considerado uno de los peores de la liga por su alto costo y bajo beneficio-, Kris Humphries -más famoso por su vínculo con la familia Kardashian que por su talento en el parqué- Tornike Shengelia, Reggie Evans, Keith Bogans y tres picks de primera ronda sin protección para 2014, 2016 y 2018.
Boston pedía la cabeza de Danny Ainge, GM de los Celtics, después de ese intercambio. ¿Dos superestrellas y una pieza clave del equipo de Doc Rivers a cambio de un puñado de jugadores de descarte? Todo parecía indicar que los Nets se acomodarían como uno de los mejores de la liga, mientras que Boston sufriría al verlos trepar en las posiciones y festejar campeonatos.
Nada de eso pasó. Y no solo no pasó, sino que Brooklyn se autodestruyó. Los Nets nunca ganaron el título con Garnett y Pierce, que dejaron todo en la cancha en cada partido, pero poco pudieron hacer para conducir a ese equipo al campeonato. Para colmo, esos picks sin protección fueron oro puro para Boston: Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart fueron elegidos como consecuencia de ese trade y hoy son fundamentales para los Celtics.
En 2015, Garnett fue traspasado a los Minnesota Timberwolves en 2015, equipo de su debut y con el que finalmente se retiró. Paul Pierce, por su parte, se fue a los Washington Wizards en 2014, tendría una breve estadía con los Clippers de Los Ángeles para luego finalmente retirarse como un Celtic en 2017 con un contrato simbólico de un día.
Durant, Irving, Harden y un «matrimonio por conveniencia» que trajo muchos dolores de cabeza
En 2019, seis años después de aquel bombazo del traspaso con Boston, los Nets buscaron otro golpe de efecto en la NBA. En julio de se año, Kevin Durant anunció que dejaría Golden State Warriors, el equipo con el que ganó sus dos anillo de la NBA, para jugar en Brooklyn junto con Kyrie Irving, quien dejó atrás a los Boston Celtics. A diferencia de aquel traspaso por Garnett y Pierce, Durant e Irving llegaban a Brooklyn en el momento más alto de sus carreras y con la madurez justa para conducir a la franquicia hacia un título.
Sin embargo, Durant no jugó en toda la temporada por una lesión, mientras que Irving se perdió la recta final de la misma por un problema en uno de sus hombros que le demandó una cirugía. La pandemia, además, complicó a todos los equipos y evitó que los Nets presenten su mejor versión. Ante esto, para la siguiente temporada en Brooklyn buscaron otro golpe de efecto y decidieron sumar a James Harden al equipo en enero de 2021. Así, los Nets tenían a su Big Three y amenazaban con ganar todo…
Pero tampoco fue así. El Big Three que atemorizó a la liga apenas compartió la cancha en 16 partidos. El experimento de Harden -quien había forzado su salida de los Houston Rockets y se mostraba claramente fuera de forma- comenzó bien con promedios de 24.1 puntos, 12 asistencias y 8.2 rebotes en sus primeros nueve partidos, pero se deshilachó tras una serie de lesiones que afectaron tanto a Harden como a Durant.
Irving, por su parte, comenzó a ser noticia más por su reticencia a vacunarse contra el Covid-19 -algo que lo marginó de varios partidos debido a las normas implementadas en los Estados Unidos- que por su talento. Esos problemas comenzaron a generar rispideces entre él y Harden. Mientras tanto, Durant sufría lesiones que lo marginaban de los partidos. Así, el 2 de febrero de 2022, Harden jugó su último partido con los Nets antes de irse a los Philadelphia Sixers.
Ya sin Harden, Irving volvió al centro de la escena cuando, como consecuencia de la publicación de un video en sus redes con contenido antisemita, fue sancionado por la franquicia al negarse a declarar «sin lugar a dudas que no tiene creencias antisemitas». La suspensión duró cinco partidos, Irving volvió a jugar pero la relación estaba rota. Así, a comienzos de febrero, solicitó ser traspasado y recaló en los Dallas Mavericks.
Durant, por su parte, coqueteó con una salida en junio de 2022. Aquella vez, solicitó ser traspasado y marcó a Phoenix y Miami como destinos preferidos. Toronto y Boston, sin embargo, fueron los dos que se mantuvieron en carrera. Finalmente, todo se cayó luego de que una reunión con la dirigencia de Brooklyn haga que Durant cambie su opinión. De todas maneras, de poco sirvió ese cambio de postura ya que, finalmente, fue traspasado a los Phoenix Suns macando el fin de una era en Brooklyn… otra vez.
Fuente: Tycsport