Emulando a Rishi Sunak en el Reino Unido, una hija de inmigrantes indios quiere convertirse en la próxima presidenta de Estados Unidos.
Nimrata Nikki Randhawa, más conocida como Nikki Haley, anunció que será candidata en las primarias republicanas, en abierto desafío a su antiguo jefe, Donald Trump, de quien fue su embajadora en la ONU.
“Soy candidata presidencial”, anunció este martes la exgobernadora de Carolina del Sur, de 51 años, en un video dirigido a sus seguidores.
“John Kennedy fue el primer presidente católico de Estados Unidos y Barack Obama el primero afroamericano. Ahora, lo novedoso con Haley sería que, de ganar las primarias y después las elecciones generales, se convertiría no solo en la primera mujer presidenta, sino además racialmente india”, afirmaron.
Nikki Haley aspira a liderar la nueva generación republicana
Sunak es nieto de inmigrantes indios y además es un ferviente hindú. El vínculo de Haley con la India es aún más directo: sus padres son originarios de Amristar, en el norte del país asiático. La diferencia es que ella se crió en el sijismo, pero abrazó el cristianismo en su juventud.
La ahora candidata republicana quiere aprovechar su origen, aun en un electorado sumamente conservador como el de su partido: “Ni negra, ni blanca. Yo era diferente. Pero mi madre siempre decía: ‘Tu trabajo no es enfocarte en las diferencias, sino en las similitudes’”, dijo en el video.
Si Sunak pudo liderar el rígido Partido Conservador británico, ella aspira ahora a repetir en el Grand Old Party y desplazar a Trump y a otros postulantes republicanos emergentes como el joven gobernador de la Florida, Ron De Santis.
“Es hora de una nueva generación de liderazgo”, afirmó.
Nikki Haley, una dirigente moderada en un partido cada vez más extremista
Nacida el 20 de enero de 1972, Haley está casada con Michael Haley, un veterano de la guerra de Afganistán de quien tomó el apellido. La pareja tiene dos hijos.
Tras recibirse de licenciada en Ciencias de la contabilidad en la Universidad de Clemson, se dedicó de lleno a la política luego de un breve período en el que trabajó en una empresa de ropas y regalos fundada por su madre. Fue representante republicana en el Congreso de Carolina del Sur (2005-2011) y gobernadora del Estado (2011-2017).
En la gobernación promulgó una ley estatal que hoy en día prohíbe el aborto después de las 20 semanas, combatió la inmigración ilegal y ordenó la remoción de la bandera confederada del Capitolio estatal.
Finalmente, en 2017, se convirtió en embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas bajo el gobierno de Trump. Estuvo un año en el cargo.
En los últimos tiempos, Haley se empeñó en diferenciarse de su antiguo mentor. De hecho, condenó con fuerza el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
“A Trump le están saltando astillas del mismo palo. Ron de Santis es una versión dura del trumpismo y se mueve en posiciones extremas. Haley, en cambio, es un poco más moderada. Como gobernadora de Carolina del Sur no expresó las posiciones radicales de De Santis”, dijo el analista Claudio Fantini.
Haley propone “redescubrir la responsabilidad fiscal, garantizar la seguridad de nuestra frontera y fortalecer nuestro país, nuestro orgullo y nuestro propósito” porque incluso en los días más sombríos “tenemos la increíble suerte de vivir en Estados Unidos”, afirma.
Cuáles son las posibilidades reales de Nikki Haley de ganar la interna republicana
Las encuestas le siguen siendo favorables a Trump dentro del partido. En el más reciente análisis de Reuters-Ipsos, Haley reunió apenas el 4% de respaldo. El sondeo fue liderado por Trump con el 43%, seguido de De Santis con 31%
Trump reaccionó al anuncio de su candidatura de forma escueta: simplemente le deseó “buena suerte”, aunque le recordó que en el pasado se había comprometido a no competir contra él. ”Le dije que debe seguir lo que le dicta el corazón y hacer lo que le dé la gana”, ironizó en un comunicado enviado a la AFP.
“Me da la impresión que, por el momento, Haley no tiene muchas chances. A DeSantis lo veo vigoroso por el andarivel trumpista más exacerbado”, dijo Fantini.
Para el analista, las posibilidades de la exembajadora en la ONU aumentarían si hay un vuelco del partido hacia el centro, lo que es poco probable. “Si a Biden le va bien y empieza a repuntar en las encuestas, los republicanos tendrá que buscar cartas más moderadas y allí aparece la imagen de una mujer como ella o la de Liz Cheney”, afirmó.