El Grupo Conservacionista de Fósiles, equipo del Museo Paleontológico de San Pedro, descubrió piezas fosilizadas de un oso prehistórico que habría habitado la zona hace algo más de 200.000 años.
Los restos del animal, un feroz carnívoro que asoló la llanura pampeana prehistórica, fueron recuperados en el yacimiento de Campo Spósito, un sector con gran concentración de fósiles.
Hace unos dos años, el equipo del museo había encontrado, en el mismo lugar, el húmero de un perezoso gigante con tremendas mordeduras que fueron atribuidas a un oso prehistórico. Desde aquel momento, el equipo continuó explorando el lugar y ahora han hallado restos óseos fosilizados de una especie de oso de gran tamaño, a escasos metros de los huesos mordidos del perezoso.
“El descubrimiento de restos óseos de osos en esta zona empieza a cerrar este círculo que se abrió cuando encontramos huesos de herbívoros con tremendas marcas de mordidas, como ocurrió con aquel perezoso”, explica José Luis Aguilar, Director del Museo Paleontológico de San Pedro.
“En este caso, se trata del hallazgo de un grupo de vértebras dentro de las cuales se encuentra un axis, que es la segunda vértebra del cuello de esos temibles carnívoros. Esta pieza es fundamental para identificar al animal, dada la particular morfología que presenta. Su forma y tamaño son los que permiten clasificar a qué animal perteneció el fósil. Y en este caso esta vértebra se conservó en muy buen estado, lo que facilitó su identificación”, explica Aguilar.
De la expedición participaron Julio Simonini, Walter Parra y Jorge Martínez, junto al director del museo. En la comparación de materiales se interactuó, además, con el Dr. Agustín Martinelli, coordinador de la colección del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”.
El dibujo que recrea la imagen del oso hallado es colaboración del paleoartista Miguel Ángel Lugo, artista de consulta del museo de San Pedro.
¿Cómo fueron estos osos?
“Los osos fósiles hallados en esta zona corresponden al género Arctotherium, un linaje de osos muy grandes, con largas extremidades y fuertes brazos con garras estremecedoras. Habrían pesado más de 1.000 kilogramos y su dieta era mayoritariamente carnívora. Parados, se estima que llegaban a medir entre tres y cuatro metros de altura. Su boca poseía colmillos de unos 6 centímetros de largo y una serie de molares preparados para triturar todo lo que cayera en su boca”, detallan desde el Museo Paleontológico de San Pedro.
“Por la antigüedad de los sedimentos donde se están encontrando los restos de este animal, podría corresponder a la especie Arctotherium bonariense, pero habrá que seguir buscando más piezas y realizar observaciones más detalladas para poder asegurarlo”, agregan.
“Por ahora sabemos que un gran depredador caminó por estos lugares, con un tamaño suficiente como para clavar sus colmillos en el corpulento brazo de un perezoso gigante y hundirle el hueso como si fuera de papel. Y que, seguramente, habría habido un número importante de esos grandes osos carnívoros como para que se efectúen dos hallazgos con evidencia de su presencia, con una separación de tan sólo dos años”, finalizan desde el museo mientras observan las vértebras halladas en Campo Spósito.