Thiago Baca, un joven deportista de la localidad bonaerense de San Cayetano, murió este miércoles de forma súbita. El jugador de 17 años estaba entrenando en el club Independiente de esa localidad cuando ocurrió el suceso.
El adolescente era defensor de la Sexta División del club Independiente de esa ciudad. El 22 de febrero, mientras entrenaba en una de las canchas auxiliares del complejo de deportes junto a sus compañeros, se desplomó y hubo momentos de conmoción.
Según trascendió, desde el club llamaron de inmediato a los servicios de salud locales los cuales lo trasladaron al hospital municipal. Allí estuvieron casi una hora con tareas de reanimación, el primero en atender al joven fue su técnico, Maximiliano Montiel, pero no pudieron salvarlo.
Thiago era jugador del club desde muy pequeño. Allí, el joven categoría 2005, se desempeñaba como lateral derecho, posición que descubrió en el club ya que hizo la escuelita y todas las categorías inferiores llegando a Sexta División. Tenía cinco hermanos y sus papás estaban separados.
Los clubes de la región, las autoridades deportivas, la liga de Necochea y otras instituciones deportivas y sociales se manifestaron y enviaron mensajes de acompañamiento y dolor a la familia del joven de 17 años.
El mensaje del club Independiente y la Liga tras la muerte de Thiago Baca
“Con hondo pesar despedimos a un niño de nuestro club. Te vamos a extrañar, Thiago”, escribió el Club Atlético Independiente tras conocerse el fallecimiento del adolescente de 17 años, jugador de la institución.
La Liga Necochea de Fútbol, también se sumó a los mensajes y escribió: “La Liga Necochea de Fútbol acompaña con profundo pesar a la familia de Thiago Baca en este difícil momento”.
El mensaje de su familia tras la muerte de Thiago Baca
A pocas horas de su fallecimiento, la familia del jugador del club Independiente, le dedicó un sentido mensaje en Instagram junto a un video con fotos del joven de 17 años.
“El día que tú corazón dejo de latir, el mío se aceleró. Mis piernas temblaban y yo no podía caer en la realidad, no podía aceptarlo. Solo pensaba que ya no iba a verte más, me imaginaba lo difícil que iba a ser mi vida a partir de ese Instante.
El día que te fuiste mis ojos comenzaron a brillar sin parar, porque jamás se iban esas lágrimas. Siempre aparecían en mi rostro una y otra vez. El dolor que sentí sigue intacto, lo llevo dentro de mi alma, guardado en una gran caja de cristal que a veces se rompe y lo vuelvo a sentir como el primer día.
El día que te fuiste me convertí en un ser totalmente diferente. Mucho más frágil, pero a veces tan fuerte .Te Amo Hijo mío, hoy y siempre en mi corazón”.
Fuente: TN