Un hermano y una hermana canadienses que nacieron a las 22 semanas de gestación entraron oficialmente en el Libro Guinness de los récords como los “mellizos más prematuros” del mundo.
Adiah y Adrial Nadarajah nacieron el 4 de marzo de 2022 y pesaban apenas 330 y 420 gramos, respectivamente, lo que los convierte también en los mellizos más livianos al nacer, según el Guinness.
Según contaron sus papás, los médicos les daban “0% de chances de sobrevivir”. De hecho, su mamá,Shakina Rajendram, contó que si hubieran nacido incluso unas horas antes, no se habría hecho ningún intento por salvarles la vida.
“Cuando me puse de parto, a los bebés se les negaron todas las medidas de soporte vital en el hospital en el que me ingresaron y casi los dejaron morir”, reveló Shakina, que viven en el estado de Ontario.
Este era su segundo embarazo: Shakina lamentablemente perdió su primer embarazo unos meses antes, en el mismo hospital. “Estábamos en estado de shock”, recordó. El padre Kevin Nadarajah dijo que el hospital les dijo que no podrían ayudarlo con un embarazo tan temprano, por lo que pasó la noche “rezando y llorando”.
Por suerte, la mujer fue trasladada al Hospital Mount Sinai en Toronto, que tiene una unidad de cuidados intensivos neonatales especializada.
Los mellizos ya cumplieron un año, tras sobrellevar problemas médicos graves desde el principio. “Vimos a los bebés casi morir ante nuestros ojos muchas veces”, dijo Shakina Rajendram al sitio Guinness World Records. Si bien loes hermanos todavía están siendo seguidos de cerca por los médicos, están “muy bien” de salud.
Cuando nacieron, ambos bebés tenían una piel extremadamente delgada y transparente. Adiah y Adrial permanecieron bajo el cuidado del hospital durante casi seis meses, enfrentando complicaciones con sangrado cerebral, perforación intestinal, sepsis y dificultades en el manejo de fluidos.
Los papás pasaron hasta 12 horas cada día al lado de los mellizos, tomándolos de la mano y cantándoles. Después de 161 días en neo, se autorizó el alta de Adiah, y Adrial le siguió una semana después.
“Finalmente pudimos llevarlos a casa, sin tubos de respiración o alimentación”, contó su mamá.
Desde que la dieron de alta, Adiah creció “muy bien” y alcanzó todos los hitos para su edad, según Shakina. “Es una bebé extremadamente feliz y sociable, y sonríe todo el día”, reveló la mamá.
Adrial tuvo que volver al hospital dos veces desde que le dieron de alta y pasó varias semanas luchando contra infecciones y problemas respiratorios. Shakina lo describe como “observador, atento e inteligente” y, al igual que sus padres, ama la música.
Shakina y Kevin son cristianos devotos y creen que el poder de la oración, de amigos, familiares e incluso de desconocidos ayudó a salvar la vida de los gemelos. “Los bebés estuvieron cerca de la muerte tantas veces, y mientras la gente rezaba, las cosas cambiaban milagrosamente”, explicó Shakina.