El hombre que mató a tiros a seis personas, entre ellas una embarazada, en una iglesia de Testigos de Jehová de la ciudad alemana de Hamburgo antes de suicidarse en el lugar, era un exmiembro de esa comunidad, con la que estaba en conflicto, dijo la Policía alemana.
El autor de la masacre fue identificado como Philipp Fusz. “Era un exmiembro” de los Testigos de Jehová, dijo a la prensa un alto mando de la Policía, y añadió que el atacante abandonó la comunidad hace un año y medio “de manera voluntaria, pero no en buenos términos”, sumó el fiscal de Hamburgo, Ralf Peter Anders.
Según la revista Der Spiegel, el atacante de 35 años era un economista que creció en un hogar evangélico en Kempten en Allgäu. Trabajó en un banco y estudió administración de empresas. Más tarde, ocupó “diversos puestos de gestión con orientación internacional” y se describió a sí mismo como un “europeo confeso que se siente cómodo en una entorno global” y “multicultural” e hincha del Liverpool FC.
En su sitio web, ofrecía servicios de consultoría en áreas que iban desde “control hasta teología”, pero cobraba una tarifa diaria astronómica por sus servicios: “250.000 euros más el 19 por ciento de IVA”. Bajo el título “Mis valores fundamentales”, escribió: “La integridad, la confianza y el máximo rendimiento son los valores que defiendo, que apoyo y aplico”.
Cómo fue el ataque a la iglesia de los Testigos de Jehová
La masacre comenzó en la noche alemana, cuando Philipp Fusz disparó diez veces con una pistola semiautomática contra un auto frente a la iglesia de los Testigos de Jehová. La conductora logró escapar y resultó con heridas leves.
Luego entró al edificio, en el que se encontraban unas 50 personas, mientras hacía uso constante de su arma. Según la policía, en la escena del crimen disparó un total de nueve cargadores de 15 rondas.
La policía recibió un primer llamado a las 21:04 y cuatro minutos después llegaron los primeros efectivos al lugar y a las 21:09 llegó una unidad especial. A las 21:11, los efectivos ingresaron por la fuerza al inmueble y el presunto autor “huyó al primer piso, donde se suicidó”, indicó a la prensa el ministro de Interior de la ciudad-estado de Hamburgo, Andy Grote.
Cuando los agentes entraron al inmueble, vieron de inmediato cómo un individuo con un arma de fuego huía al piso superior, confirmó el director del operativo policial, Mathias Tresp.
A continuación, encontraron “a un hombre sin vida con una herida letal y con un arma de fuego al lado”, afirmó Tresp. La rápida actuación de la policía logró “aislar” al atacante de sus víctimas y “salvó la vida de muchas personas”, enfatizó.
Aún se desconocen los motivos del ataque perpetrado por el sospechoso, aunque la investigación apunta a un “acto de locura”, según Der Spiegel. “No hay indicios de contexto terrorista” detrás de la matanza, dijo un representante de la fiscalía de Hamburgo.
El hombre, que no tenía antecedentes penales, “alimentaba una rabia contra los miembros de congregaciones religiosas, en particular contra los Testigos de Jehová”, explicó la policía.
Quiénes son las víctimas de la masacre
Fusz mató a cuatro hombres y a dos mujeres, una de 60 años y otra de 33, embarazada de siete meses. Ninguna de las víctimas eran parientes del atacante. Además, ocho personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, entre las que figura otra mujer embarazada.
El atacante tenía un permiso de armas
El hombre poseía un permiso de armas como tirador deportivo y había comprado el arma en diciembre del año pasado. Una carta anónima enviada a la policía aseguraba que Fusz padecía una enfermedad mental, pero no buscó tratamiento médico.
Por eso, el hombre había recibido la visita no anunciada de oficiales de armas hace un mes, el 7 de febrero. Según dijo el jefe de policía de Hamburgo, Ralf Martin Meyer, lasmuniciones y las armas estaban correctamente almacenadas, con excepción de una bala, por lo que no pudieron tomar más medidas legales.
El hombre había hecho acopio de municiones. El fiscal dijo que en su departamento encontraron de 15 cargadores cargados, cada uno con 15 cartuchos y cuatro cajas de municiones con 200 cartuchos más. Además, secuestraron computadoras portátiles y smartphones que serán peritados.